Capítulo V

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Serment

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Serment


Ahora en adelante haría todo lo posible para mantenerla lejos de mí. Debía odiarme y así yo también.

Sabía que en mi caso iba a ser imposible pues estoy enamorado hasta la punta de sus cabellos. Aun así, había que intentarlo. Buscando la manera en que deseara ahorcarme cada vez que me cruzara nuevamente en su camino.

Por esto seguiría ignorándola. La molestaría con mis amigos, bromas pesadas y todo lo que se me ocurriera con tal de mantenerla al margen de todo lo que a mi respecte y no me buscara más. Era necesario salir de su vida, aunque continuara siendo su hermano. Ya no lo éramos. Todo por mi culpa.

Durante mi semana de suspensión, pase ignorándola. De hecho, mi padre iba a castigarme por hacer como si ella no existiera ¡Hasta le eche la culpa a ella de que me suspendieran!

Soy un hijo de puta.

Pasaron los días de suspensión. Volví al instituto y empecé a efectuar de alguna manera el plan estúpido que tarde días en crear. La ignore. Molestándola lo más posible. En cuanto la vi por los pasillos la deje en vergüenza frente al chico que le gustaba, sorprendiendo hasta a mis amigos que estaban confusos por mi cambio de parecer, hasta yo me extrañaría.

Primero le parto la madre al hijo de puta que se encargo de humillarla hace una semana y luego, mi bipolaridad me hace ver como el otro bastardo que no sabe más que joderla. Soy un cretino. A pesar de querer perderme en sus hermosos..., Ay, diablos.

Sip, soy un idiota.

Estaba loco de remate, pero era esto o inscribirme a un hospital de psiquiatría con urgencia.

A pesar de lo bien que me estaba saliendo toda esta fachada. En ningún segundo deje de pensar en ella. Se estaba enfrentando con todo su odio en contra de mi persona y aun así, no podía no caer nuevamente en su encanto.

Poco a poco iba enamorando más de Marinette, sin tener control de mis propios sentimientos. Nada iba bien. Estaba efectuando mi plan que al fin y al cabo no estaba valiendo la pena.

Ver a una Marinette enfrentándose a mí, era algo imposible de ignorar. Me encantaba ser el culpable de sus sonrojos y gritos. Me gustaba ser centro de atención, aunque fuera solo para patearme las pelotas. Todo era una tortura, así que opte por hablar con mi voz de la razón quien era mi mejor amigo.

¿Cómo mantener mi mente lejos de pensamientos incoherentes?

Si me preguntaban hoy, posiblemente no fue buena idea pedirle ese consejo en especifico a Luka. Estaba muy desesperado, sí. Sin embargo, puede que las cosas fueran diferentes de algún modo. Exactamente, fue todo lo contrario a lo que pensé.

Me dio una buena idea.

Sexo.

Si follaba con otras chicas, probablemente seria capaz de olvidar mis sentimientos por Marinette. Olvidarla, empezar a verla como debe ser. Una hermana menor. Podría empezar de cero, aunque fuera con una chica que no fuera ella.

Unis par le coeur ||Adrinette +18||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora