Capítulo XXXVI

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Anecdotes

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Anecdotes

—La ducha esta lista, bichito —fue lo que oí al verlo entrar a su habitación. Adrien traía solo un pantalón puesto, notándose perfectamente su abdomen tonificado y la V bien marcada entre la separación de su cuerpo con lo que vestía. Yo aun me encontraba sentada en la cama, cubierta solo con una sábana, sin perderme un detalle de su figura. Adrien era bastante guapo y el ultimo tiempo pude darme cuenta aun mas de ello, por eso no se me hacia anormal que las chicas quisieran llevárselo a la cama y tal pensamiento de alguna manera... me llenaba de unos molestos celos—. ¿bichito?

Su rostro estaba a unos centímetros, dejándome ver las gotas de agua cayendo de sus mechones dorados. No podía evitar preguntarme... ¿Qué hice para tenerte? ¿Por qué me elegiste? Adrien tenia muchas opciones, miles de chicas guapas a sus espaldas y de todas las mujeres existentes en el mundo... ¿Por qué yo? Un hecho que me hacia feliz y al mismo tiempo me llenaba de miedo, incógnitas que me da terror responder.

—Pe-Perdón... estaba vagando —tome mi camisa en el suelo, tapando mi cuerpo con ella. Busqué por todos lados mis bragas, pero no di con ellas. Estaba haciendo frio y no pensaba moverme de la habitación usando solo la camisa del instituto—. Adrien.

—¿Hmmm...?

—¿Sabes donde estan mis bragas? —pregunté, y pude ver como desviada su mirada—. Deberían estar en tu cama o en el piso, pero no estan... ¿explicación?

El levanto sus hombros, fingiendo no saber nada.

—Adrien... ¿tu habitación tiene algún agujero negro del cual no este enterada? —me cruce de brazos, notando su mirada caer en mis pechos. Mi acción había hecho que se remarcaran mas y esto me avergonzó, no era esa la intención. Aunque no me molesta tener su atención—. Mis ojos estan arriba, gatito.

Lo vi sonreír y eso me dio a entender que le gustaba ser llamado así.

—No tengo idea de las bragas que hablas, princesa. Esta gato no tiene información de su respectivo paradero —explico, dando una buena respuesta, pero llena de incógnitas.

—¿Tienes un fetiches con mis bragas? —asintio sin más.

Te tengo, gatito

—Un fetiche muy particular —comente en un tono que ni yo misma reconocía. Hace unos días usaba ese tono sensual con Adrien y cuenta no me había dado hasta ahora.

—Tengo muchos fetiches contigo, princesa —se acerco peligrosamente, posando sus manos en mis caderas—. Y una de ellas tiene que ver con tu cuerpo... —susurro, acercando sus labios a los míos—. sobre mi cama.

Empezó hacer calor...

Sus manos viajaron de sus caderas a mi trasero, estrujándolo con perversión y deseo. Las ganas de lanzarme a sus labios me llenaron, pero el termino adelantándose a los hechos. Junto nuestros labios con fiereza, llevando las riendas del asunto. Una mano siguió en mi trasero, mientras la otra acariciaba mi espalda, dejando una mezcla de sentimientos transmitirse por nuestros labios. Se supone que debíamos salir en unos minutos para llegar antes que nuestros padres, pero... a este paso pasaríamos en su habitación todo el día. Enrede mis manos en su cabello húmedo, tirando de sus mechones por mi deseo hacia él.

Unis par le coeur ||Adrinette +18||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora