19 de noviembre

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Virus ha contaminado a la mayor parte de la población de San Francisco, y seguramente del mundo. Han pasado ya cuatro semanas desde que ocurrió el ataque de la universidad y tuve que abrirme paso entre el caos para poder salir viva de allí. A día de hoy somos pocos los que han logrado sobrevivir, y muchos menos los capacitados para acabar con los infectados a sangre fría sin tener pesadillas después. Nos hemos recluido en núcleos de humanos, y evitamos cruzarnos para llamar la atención de ellos.

Pero estoy asustada. Asustada porque Louis ha empezado a toser con fuerza. Temo que se haya contagiado, y si es así, solo nos quedan dos opciones: matarlo o abandonarlo a su suerte. Estoy segura que si es eso, debió ocurrir en la librería. Lo encontré sin la máscara.

A pesar de que Alcatraz, el único lugar seguro de toda la ciudad, esta relativamente cerca, las calles repletas de infectados nos impiden acercarnos sin peligro. Ben tiene un plan, pero no ha querido decirlo hasta tenerlo todo preparado, cosa que ha aumentado los nervios de la gente. Todos están mas irritables dado a este dato, aunque yo he preferido mantenerme al margen. Marc no se fía de el, de todas formas, por el tema de ser un ex presidiario. Aunque yo no veo nada malo en esto, porque así demuestra menos escrúpulos que el resto.

De todas formas, Ben es de los únicos capaces de matar a alguien, y eso es lo que más importa. Las noches son cada vez máslargas, o al menos eso me parece. Lo único que me mantiene cuerda es escribir este diario, analizando todo lo ocurrido, para así asegurar que no es una pesadilla y dejarme arrastrar por la locura que nos rodea. Nadie creería que aquél día tan normal se truncaría con un destino tan horrendo.

Me pregunto como estarán mis padres ¿habrán sido infectados? ¿O han logrado sobrevivir? Ahora pienso que soy una mala hija. No hablo con ellos desde hace varios meses, y todo por una discusión estúpida que hizo que me independizara.

Louis no paraba de toser, y me he atrevido a acercarme a él con la máscara de gas para tocarle la frente. Está ardiendo, y eso significa que tiene un catarro o que está infectado...solo espero que no sea lo segundo, porque no si alguien del grupo será capaz de acabar con su vida, teniendo en cuenta que es como un padre para todos, al cuidarnos tanto.

Necesito dormir. La barricada no nos servirá por mucho tiempo, y es preciso que busquemos munición para las armas de fuego y algún vehículo lo suficientemente grande para mmovernos todos, como un autobus o incluso un tranvía.

No me separo de mi stick de hockey en ningún momento. Es, junto a este diario, lo único que me mantiene a salvo de toda la locura que nos rodea. Es hora que me acueste. Soy la única despierta aquí, y ya ha terminado mi turno de vigilancia. Despertaré a Ben, y me recostaré sobre el hombro de Marc para descansar...

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