Velma Kilmer había sido un auténtico suplicio en el desarrollo de aquél caso. Ivywood Hills no era más que una burda imitación del grandioso Hollywood, mezclado con el adinerado barrio Beverly Hills.
Y Velma Kilmer era la femme fatale de aquél mundillo. La típica mujer repleta de sensualidad que distraía al detective de turno para conseguir sus objetivos y lograr así que este fracase. Frank había sido ese detective incauto esta vez, que había sido encandilado por el juvenil y atractivo aspecto de la mujer.
El muy idiota quiso dejar el departamento para fugarse con esta arpía, aunque un par de broncas por parte de la jefa lograron encarrilarle, y fue apartado del caso, para ser sustituido por Amy. La joven logró calmarme, porque la sola presencia de aquella mujer me crispaba los nervios.
No sé que me llevó a aquella tienda tan elitista en el barrio del cine, pero aquellos trajes eran lo que llevaba buscando desde que el caso concluyó.
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-¿Ya estás lista?- la voz de Frank me llegó a través de la puerta- La cena ya está preparada- avisó.
-Vale, en seguida salgo- contesté- Frank...-
-¿Sí?-
-¿Sigues llevando tu disfraz de detective?- inquirí, burlona.
-Debe saber, señorita Hawthorne, que los detectives nunca descansamos- contestó, riendo ante mi pregunta, y alejándose hacia la cocina. Sonreí, y me incliné hacia el espejo. No suelo ser para nada superficial, pero estaba perfecta. Salí del baño y apagué la luz, para seguir a mi compañero.
-¡Bien! La pizza se iba a enfriar si seguías en el baño- comentó, enfundando en aquella gabardina. El sombrero de fieltro descansaba en el perchero de la entrada, y él estaba de espaldas. Me apoyé en el marco de la puerta que daba al pasillo del dormitorio, y me permití observarle poner la mesa y servir la comida- Bueno, aquí tienes mi especialidad. Pizza a...- al darse la vuelta para mirarme, vi como las palabras morían en su boca. Y no me extrañaba.
Había conseguido de uno de los relacionados con el caso aquél hermoso traje. El escote de palabra de honor en forma de corazón, que favorecía mis pechos; entallado a la altura de mi cintura, la falda caía con gracia sobre mis esbeltas piernas, con una abertura en el lado derecho que llegaba hasta la zona superior del muslo. El color, un blanco tan puro como la nieve, contrastaba de manera irresistible con el tono de mi piel.
Me había maquillado con eficacia y simpleza, para no destacar el maquillaje por encima del vestuario. El pelo estaba recogido en un moño alto, y había dejado caer varios mechones sobre mis hombros desnudos. Por último, mis pies estaban enfundados en unos elegantes tacones de color blanco, y mis manos estaban cubiertas por unos largos guantes también blancos. Llevaba en la mano una gabardina similar a la de Frank, pero adaptada a mi cuerpo. Sonreí, contenta con el resultado que había tenido mi aspecto.
-¿Que ocurre detective Knight?- pregunté, caminando hacia él, procurando realizar movimientos sensuales en mis pasos- ¿Le ha comido la lengua el gato?- inquirí, esbozando una sonrisa socarrona. Vi como tragaba saliva, pasando la vista de mis pechos a mi pierna a través de la abertura del vestido. Coloqué una mano sobre su hombro, apretándolo ligeramente- Se le ve tenso, detective Knight...¿quiere un masaje?- inquirí de manera sugerente.
-¿Por qué haces esto?- preguntó, con voz ronca.
-Bueno...- me lamí con cuidado el labio inferior y sonreí, apartándome de él- ¿No quería fugarse con una femme fatale, detective?- inquirí, en voz baja, mientras me retorcía un mechón de pelo con el dedo.
-Creo que...creo que la pizza se nos va a enfriar- susurró- Porque lo único que quiero ahora mismo es llevarte a la cama y arrancarte la ropa a mordiscos-
-Bueno...mucho le veo hablar pero...¿no va a actuar?- provoqué, riendo, mientras me daba la vuelta para dirigirme a la habitación.
No me hizo falta girarme para saber que me seguía. En cuanto entré, me di la vuelta y rodeé sus hombros con los brazos.
-Es usted diabólica señorita Hawthorne- gruñó, riendo.
-En eso consiste ser una femme fatale, detective Knight- contesté, besándole...
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Caja de relatos
CasualeDado la gran cantidad de personajes que poseo, he decidido tomar prestada la idea de GaniFel (lo siento >__<) y crear una obra donde poder subir relatos de mis personajes Aquí podréis encontrar desde locuras mias, hasta información privilegiad...