La última carta

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Lee esta carta cuando esté en prisión....eso es lo que Frank me había dicho antes de desaparecer para buscar a Tesla. Aquél hombre que tanto le había prometido. Aquél por el que traicionó nuestra confianza. Y aquél que había ordenado la muerte de Karen.

No se que le llevó a escribirla. Quizás todo lo que le dije caló en él de manera profunda, y por ello quiso plasmar todo lo que no podía decir en una carta.

Me había mentido a mi misma cuando dije que no confesé nada. Aquella noche fue la última noche que pude verle, y la usé para echarle en cara todo aquello que llevaba tiempo guardando, todo lo que sentía. Cuando se marchó, solo pude decirle que tuviese cuidado. Y la siguiente vez que le vi, estaba muerto. Atado y ejecutado de forma cobarde, asi lo encontramos Amy y yo. Tuve que mantener la cabeza fría, dado que era un caso muy delicado, pero finalmente pudimos resolverlo, y el asesino de Frank se llevo su merecido.
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Encontré la carta cuando terminé de empaquetar mis cosas de la mesa del departamento que me habían asignado. Estaba bajo las carpetas del caso de Frank, las cuales devolvería a la jefa en cuanto me marchara.

El sobre parecía antiguo, y tenía escrito Mavis con la irregular letra de Frank. Tragué saliva. Debido a todo lo ocurrido se me había olvidado por completo que la tenía. Con cuidado, saqué dos hojas del sobre, repletas de una caligrafía pequeña pero legible. A medida que mis ojos avanzaban por el papel, mis manos temblaron. Si tan solo hubiese leído aquella carta antes...

Querida Mavis...o simplemente Mavis. No soy bueno escribiendo este tipo de cosas, y bueno, maldita sea, que no se cómo empezar esta carta.

Si estás leyendo esto, es que Tesla ya ha sido atrapado y juzgado. Solo espero que no lo encierren en mi mismo bloque o lo tendré muy mal. Aunque creo que con esto es muy posible que tenga algún privilegio eligiendo cárcel. Porque la única forma que tengo de redimirme es atacar a Tesla directamente, y entregarlo a la justicia.

En primer lugar quería pedirte perdón. Por haberos traicionado desde que llegamos a Paradise City, por vender información sobre nuestra investigación, y por haber asesinado a Danny Byrne. No sabes lo culpable que me siento. Pero si no hubiese sido por Tesla, habría aceptado mi condena, aún si eso significaba morir en prisión. Me lo merecía a pesar de todo,  y se que no habrías venido a verme porque al fin y al cabo te mentí.

Si, ya sé que os mentí a todos. Pero en especial te mentí a ti. Y te hice daño cuando nunca quise tal cosa. Lo que me acabas de decir, lo que sientes por mi...todo ello me resulta extraño. Extraño porque no creo que una chica como tu sienta algo así por un carcamal como yo, porque ¿quién va a enamorarse de un cincuentón qué tiene problemas con el alcohol? Llevo vivo cincuenta y dos años, Mavis. He vivido mucho, y he visto muchas cosas. Pero nunca había visto que una joven tan hermosa como tú, con toda su vida por delante, se enamorase de alguien como yo. Un hombre que ha desperdiciado su vida con la bebida y la autocompasión.

Como os dije a Amy y a tí, Karen y yo perdimos a nuestra hija Laurah, una joven llena de vida que era mi luz. Tras ello me di a la bebida, y Karen me pidió el divorcio al verme llegar borracho a casa día sí y día también. Ni siquiera podía ver a Daisy, mi segunda niña, la pequeña de mis ojos. Y ella simplemente cayó enferma. Sin explicación, sin ningún motivo. Tesla me prometió el dinero para el tratamiento de mi hija, para poder curarla. Por ella habría hecho cualquier cosa, y a pesar de que me costó, sí. Esa cosa fue traicionaros y convertirme en el sexto hombre del atraco al Casino Bennagio.

Danny no era más que un peón, pero solo Louis y él sabían quién era yo, y lo que había hecho. La muerte del primero me tranquilizó debido a que dejaría de chantajearme. Pero cuando Danny habló de la existencia del sexto hombre me asusté. Me asusté por lo que podía ocurrir, me asusté porque te decepcionaras. Y es exactamente lo que ocurrió ¿irónico no? Asesiné a un hombre para evitar tu mirada de decepción. La que me echaste al arrestarme, y la que me echaste cuando a acabé con la vida del hombre que mató a Karen. Esa mirada me dolió en lo más profundo de mi ser.

Porque aquellos ojos me habían mirado con apoyo, con deseo y con burla. Unos ojos que me habían hipnotizado con su profundidad y su belleza. Esos ojos eran lo único que me hacían seguir avanzando en el trabajo, lo único por lo que me levantaba cada mañana.

Cuando Karen y yo volvimos juntos, quise disculparme contigo, pero lo único que dijiste fue que no me preocupara por tí, ya que lo nuestro fue solo sexo. Pero me he dado cuenta de lo estúpido que fui en lo que se refiere a nosotros, y te hice daño. Una vez más te hice daño y yo no me di ni cuenta. Se que no querrás perdonarme, Mavis. No me perdonarás por las muertes que cargo a mis espaldas, por mis mentiras y por traicionarte de esa forma. Pero en lo mas profundo de mi interior deseo que eso sea así, que vuelvas a sonreírme como me sonreías antes.

No puedo decir que esté enamorado de tí, porque al fin y al cabo Karen formó parte de mi vida mucho tiempo, y fue alguien muy especial para mi. Pero lo que si sé es que quiero que dejemos de lado cualquier relación física, y nos centremos en desarrollar nuestras relaciones personales más allá del sentimiento o del deseo.

Puedo sonar egoísta, o incluso insensible, teniendo en cuenta todo lo que ha ocurrido. Pero me has abierto los ojos de una manera que nadie había hecho. Por favor Mavis, quiero saber tu respuesta. Si te niegas lo entenderé perfectamente. Al fin y al cabo soy solo un idiota.

Frank

Si tan solo hubiese leído aquella carta antes, nada de esto habría pasado...

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