-¡Tres series más!- la voz de mi padre llegó a mi, clara y severa. Asentí, enarbolé la vara y golpeé el tronco de entrenamiento varias veces. Tome aire, volví a golpear, y me moví alrededor- ¡No flaquees!- dejé escapar el aire, y con movimientos concisos y fuertes, partí el tronco por la mitad.
Enfundé la vara en mi cinturón, alcé la mano, y el tronco recobró su forma original.
-¿Qué ha sido eso?- inquirió.
-Ark Time. Es un poder que he conseguido con Copy- murmuré- Permite que ciertos puntos que el usuario controla, retrocedan en el tiempo- expliqué.
Mi padre me miró, como si estuviera analizando algo desconocido, y se señaló la mejilla.
-¿Algún problema con las restricciones?- realicé el mismo gesto que él, y acaricie las tres cruces negras que descansaban sobre mi pómulo.
-Ningún problema- me llevé las manos a la espalda, y me puse recta. Aquellas marcas eran un sello que me había puesto años atrás, con el objetivo de sellar el poder que había heredado de él-...Padre...- su mirada severa me calló, pero mantuve la mirada fija en sus ojos.
-Dirígete al palacio en cuanto estés preparada. Hoy es tu ascenso a rango Platino- sin decir más, desapareció.
Dejé caer mis hombros, cansada, y desactivé Ark Time, siendo testigo de como el tronco volvía a partirse por la mitad.
-Entrenas demasiado- aquella voz burlona me crispó, e hizo que me girara.
-Déjame en paz, Pierce- pedí. No sabía por qué, pero ese alcornoque era la única persona con la que no tenía un trato educado. Quizás que le conociera desde que era una cría ayudaba a la forma en la que ambos interactuábamos.
-Oh vamos. Deberías relajarte. Si entrenas tanto, desgastarás tu poder demasiado rápido- se encogió de hombros y agarró uno de los pedazos de madera- Además, me gusta cuando usas tu habilidad natural. Su melodía es más hermosa que cualquier otra- sentí como mis mejillas adquirían calor, y desvíe la mirada.
-Copy es un poder útil, sobre todo si tengo habilidades que contrarresten la de otros- murmuré.
-¿Cuándo te desharás de esos sellos? Quiero volver a ser testigo de tu magia- me miró, con aquellos ojos tan hipnóticos, y sonrió.
-Cuando aprenda a controlarla sin temor a hacer daño a nadie- contesté con sequedad. A pesar de todo, pude notar en mi voz una ligera tristeza.
-No fue culpa tuya- el tono jocoso había desaparecido, dando lugar a uno serio y preocupado.
-Lo fue. Y cada día me culpo. Pero lo único que puedo hacer para redimirme es cumplir el papel que me han dado- me di la vuelta- Si me disculpas, debo marcharme- me dispuse a abandonar el claro, cuando sentí que Pierce me agarraba la muñeca.
-En el momento que controles tu magia, quiero verla- murmuró. Yo asentí.
-Te la enseñaré- accedí.
-Y quiero casarme contigo- aquellas palabras me pillaron desprevenida. Besó mi mano, y me sonrió- Estaré esperando pacientemente, Vitoria- y sin dejarme responder, Death Pierce abandonó el lugar
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Caja de relatos
De TodoDado la gran cantidad de personajes que poseo, he decidido tomar prestada la idea de GaniFel (lo siento >__<) y crear una obra donde poder subir relatos de mis personajes Aquí podréis encontrar desde locuras mias, hasta información privilegiad...