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—Deberías hablar con ella—

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—Deberías hablar con ella—. Aconsejo Chaeyoung, a punto de tomar su mano, más se detuvo por obvias razones.

Jungkook sostuvo algo de aire en su pecho para suspirar pesadamente. Ahora entendía todo, desde los mensajes de Mina hasta la incomodidad de Chaeyoung.

—Lo lamento—. Dijo con franqueza. Lo que había salido se su boca, estando ebrio, había afectado lo que ambos habían acordado.

Estar separados y vivir con sus respectivas parejas.

—Arruine todo—. Habló sosteniendo su cabeza, arrepintiéndose de haber ido ayer a aquella reunión.

No, no era su culpa. Jungkook no era el culpable de todo lo que estaba pasando.

Quería decirle, decirle que fue su culpa al irse sin explicaciones, al besarlo a pesar de haber elegido a Lucas, al herir a los demás y a él.

Quería abrazarlo y decirle todo eso, más sabia que no era correcto. No en ese momento.

—Creo que es momento de que me vaya—. Dijo para levantarse de su asiento. Jungkook sabía que eso era lo mejor, pero aún así tomó su muñeca para detenerla y hacerle retractarse de su decisión.

—Jungkook...

Este escuchó la súplica en su voz, de que se detuvieran, pararan.

—Lo sé—. Dijo él, después de borrar cualquier pensamiento de hacer que cambie de opinión si sus labios se unieran una vez más—, pero, solo quiero...

— ¿Quieres qué?

Preguntó volteando su cuerpo con agresividad haciendo que él se levante de su asiento.

— ¿Intentarlo una vez más? ¿Ver qué sucede?— preguntó, dándose cuenta que no estaba relatando deseos del mayor sino de ella misma— No podemos hacerlo, Jungkook.

Las lágrimas se acumularon en sus ojos, las sostuvo con fuerza e intentó regresarlas para que estas no caigan, pero esos intentos fueron en vano cuando sintió el cálido cuerpo de Jungkook atrapándola entre sus brazos.

Había extrañado tanto sus abrazos.

Se permitió llorar en su pecho, y Jungkook se permitió acariciar su rubio cabello.

Cuando la respiración de Chaeyoung se tranquilizó, decidió alejarse, más el mayor no la dejo. Apenas notó tal intención volvió a apretarla contra su pecho, queriendo sentir su respiración cerca.

— Por favor, solo quédate así un momento—. pidió, a manera de súplica, Roseanne inhaló profundamente para volver a captar su característico olor. Era el mismo de siempre.

En ese momento se sintió aún peor, pero sabía que estar juntos no era exactamente lo mejor para los demás.

Hace algunos años hirieron personas, separaron a sus amigos y sus corazones se rompieron, ahora la historia se repetía y el resultado era el mismo; sus corazones estaban rotos.

shh! •rosékook• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora