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Algunos amores deben esquivar los obstáculos más difíciles, la distancia más lejana o incluso la peor de las desaprobaciones por eso Jungkook creyó algo ridículo que, teniendo casi todo a su favor, el y la chica que ama no pudiesen estar juntos, p...

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Algunos amores deben esquivar los obstáculos más difíciles, la distancia más lejana o incluso la peor de las desaprobaciones por eso Jungkook creyó algo ridículo que, teniendo casi todo a su favor, el y la chica que ama no pudiesen estar juntos, por eso mismo supo que rendirse no era una opción.

Chaeyoung tenía razón, habían hecho daño a personas con sus actos egoístas así que ese día estaba para solucionarlos.

Estaba harto de escuchar lo mismo.

Timbro en su destino, encontrándose con algo que no esperaba ver: Su exnovia, con el rostro lleno de pintura, ropa vieja y cajas a su alrededor abrió la puerta con una sonrisa algo incomoda.

— Jungkook... ¿Qué estás haciendo aquí?

El susodicho mostró la caja que tenía en sus manos. — Vine a devolverte un par de cosas, también.

Mina, más que por cortesía, lo invitó a que pase a la, casi, vacía casa. No entendía el hecho de su presencia, todo había quedado claro ¿No era así?

Vio como el chico le daba una vista al lugar, de seguro se preguntaba porque de repente se estaba mudando y entregando el lugar a su dueña. Oh, Jungkook, eso no era repentino.

Recibió la caja y la puso sobre un escritorio, para revisar las cosas que él traía, habían prendas suyas, justo como se esperaba, varios artículos de sus prácticas y su cámara instantánea y justo lo que no quería ver; las cosas que ella había dejado con él.

Estuvo a punto de preguntar porque esas fotografías, aquellos peluches, regalos y cartas que ella había decidido deshacerse estaban ahí.

— Jungkook...

— Todos son regalos que hice para tí, son tuyos y no puedes devolverlos—. Decretó, la chica simplemente se decidió a no discutir eso. Mostrando que estaba tensa comentó que posiblemente los botaría todos, más una irónica y dolida risa por parte de ella al escuchar un "¿Por qué?" la hizo explotar.

— Si que eres descarado—. Habló negando con su cabeza. — Ya no estamos juntos y ya no quiero nada que me recuerde a ti.

Sus palabras salían con desconsuelo pero aun con la suficiente fuerza para que algo dentro de él se mueva.

— Lo lamento—. Dijo él, eso era lo último que ella quería escuchar.

Negó con su cabeza teniendo en cuenta las palabras y consejos que había recibido durante esos tres meses de tristeza y despecho.

— No, tu no lo lamentes. Yo sabía en lo que me metía al querer estar contigo, sabía perfectamente que aun quieres a Chaeyoung y sabía que solo bastaba tiempo para que vayas a su casa y la besaras sin respetar lo que nosotros teniamos asi que yo lo lamento; yo soy la que se debe pedir perdón por conformarme con el poco cariño que me dabas.

shh! •rosékook• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora