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Lisa miró como Chaeyoung ya no hablaba con Jungkook y los chicos como antes, y ya habían pasado varios días

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Lisa miró como Chaeyoung ya no hablaba con Jungkook y los chicos como antes, y ya habían pasado varios días.

Roseanne estaba sentada en una pequeña mesa acompañada por Jennie mientras Jungkook había decidido estar completamente aislado de todos.

Según lo que había escuchado por su número de postulantes a amigas ellos habían terminado hace dos semanas, justo cuando los exámenes terminaron y tenían oportunidad de pasar sus últimos días juntos en ese lugar.

No supo cómo sentirse al momento en que lo supo pero lo que sí supo fue que Jennie era capaz de hacerle mil cosas, le hablaba con la mirada.

Pero ella no se arrepentía de nada.

Después de todo no era su culpa.

Miro como el chico rechazaba ofertas de sus amigos para que se sienten con él, más no quiso mirar cómo sus ojos viajaban a la chica con la que salía.

Chaeyoung tenía la mirada baja y el maquillaje bajo sus ojos cubría todo rastro de tristeza, sentía que todo era extremadamente difícil y ver a Jungkook en la escuela empeoraba las cosas.

Las empeoraba para todos, para ella, para sus amigos, para Lisa. Quería volver a lo de antes.

Jungkook jugaba con la lata vacía de refresco mientras su pierna izquierda temblaba sin cesar, no podía pensar en una situación que no fuera su actual con la chica que quería. Simplemente no quería entender el porqué de su decisión, sabía que quería pensar en los demás pero él se oponía a hacerle caso en su decisión.

O así fue por unos días, los cuales la busco como un loco y le pidió más de una explicación hasta que una charla con Jennie hizo que pensara diferente.

Sabía que ella necesitaba tiempo para darse cuenta de su error y que no podía enmendar las cosas, así que se encargó de que Jungkook le diera ese tiempo.

Chaeyoung evitaba al mayor a toda costa, pero eso no quitaba que seguía pensando en él cada minuto del día y menos ese día cuando levantó la mirada al ver a la misma chica del partido posándose frente a la mesa de un apático Jungkook.

Mina.

Vio cómo ella sonrió de una manera hermosa y tomó una silla, habló con él unos segundos e hizo lo que todos pensaban imposible, lo hizo sonreír.

El corazón de Chaeyoung se encogió por unos segundos antes de voltear la mirada lejos de tal escena.

Sabía cómo era Jungkook antes de ella, sabía cómo manejaba su sonrisa pícara para conquistar chicas pero esa sonrisa, la que acababa de dar, era una nerviosa que sólo daba con ella.

Pensó que seguramente no era tan exclusiva como pensaba.

Y que quizás él esté mejor sin ella junto a él.

shh! •rosékook• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora