Está es la historia de una otaku llamada Laura, está intentando manifestar a su amado Todorrico, pero murió del susto pensando que había un demonio y renace en boku no hero.
"No tiene sentido que salte, si no puedo usar mí Quirk sería un estorbo. Aunque llame a mí familiar no lo atraparía, entonces...... "
"¿Debo dejarlo caer? "
Por suerte Deku agarró Kota antes de caer. Al ver que Kota estaba a salvo, salí corriendo, con la cabeza sumergida en esos pensamientos oscuros.
"En que momento pensé que venir al campamento era buena idea"
"¿Por qué me siento así?"
"¿Soy solo un estorbo?"
"Soy débil"
Me sentía increíblemente mal, cuando por un segundo recuerdo algo. Gracias a eso logro despejar mi mente de toda esa pesadez.
"¡Quiero estar junto a ellos!"
Al volver a mis sentidos, sentí como unas lágrimas de tristeza habían corrido por mí rostro. También pude escuchar la voz de mis amigos buscando, eso me dió aún más motivos para esforzarme.
Laura: *Grite* ¡ESTOY AQUIII!
Escuché unos veloces pasos venir hacia mí. Resulta que eran Kacchan y Kirishima, pero no mucho más tarde toda la Bakusquad estaba reunida.
Ese momento sentí como si una voz me dijese "Cuéntalo"
Ahí me dispuse a soltar todo, sin olvidar ningún detalle. Luego sentí un cálido abrazo me envolvía, resulta que era Mina, al que mas tarde se unieron todos excepto Kacchan.
Kacchan: ¿Entonces nos ayudarás a entrenar? *haciéndose el indiferente*
Laura: Sip, eso es lo que he dicho*Feliz* Aunque en realidad yo diría que estoy para ayudar en general.
Mina: Me alegro
Kirishima y Sero: *A la vez* Entonces nosotros también te ayudaremos.
Después de esa pequeña escena, chocamos los puños a lo ¡POWER RANGERS MISIÓN CUMPLIDA! Según Kirishima eso es muy masculino. Y bueno... Luego nos separamos, para ir a nuestras respectivas habitaciones.
Yo antes de dormirme, fui con mamá oruga. Todo para hacer el test rápido de sangre, llamar a mí madre y ponerla al día.
Al cortar la llamada, acto seguido me fui directamente a la cama.
Al día siguiente, estábamos en el campo de entrenamiento a las 5:30 a.m. Sinceramente no me enteré mucho de lo que estaba diciendo mamá oruga. Ya que yo todavía estaba teniendo un debate interno sobre si esto era un sueño o no.
Cuando me despierto definitivamente, tras unos gritos y una explosión de Bakugou.
Bueno y bla, bla, bla, Aizawa-sensei explica lo que entrenarán los chicos hoy; es decir, la fuerza.
Cuando veo que Aizawa-sensei se dirige a mi con una sonrisa maliciosa.
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