Como en casa

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Eric.

—¡Por fin llegas! No sabes lo aburrido que es este lugar sin ti aquí —Susi corre y me abraza fuerte. Nick está de pie en la puerta, cruza los brazos cuando ella lo observa— no te enfades abuelo, sabes que te amo mucho —ella mueve su pie en el piso y automáticamente la cara de Nick cambia a una llena de amor.

—Entra Eric, Susi preparó todo para ti —dice él. Yo lo saludo y entro en la casa.

La pequeña Susi ayer parecía mi sombra, ella no me dejó sólo ningún instante. Dijo que sabía lo que se sentía estar solo. Por lo que me prometió ser mi pequeña amiga todos estos días que esté en Irlanda.

Ella corre a la cocina y aparece con muchos bocadillos.

—Los preparé con mamá —sonríe orgullosa.

—Eres toda una experta —le sonrío y tomo un alfajor de chocolate. La verdad es que sí están muy buenos.

—¿Te gustaron? —ella espera mi aprobación, levanto el dedo pulgar para darle a entender que si me gustaron.

—Deja de hostigarlo tanto, ya está aquí. No se irá en unas buenas horas —Mel aparece desde la cocina—. Hola, Eric —me saluda. Y ese saludo no es como todos los otros, ese saludo es de la Melanie que yo conozco, la Melanie que llegó hace años atrás a Nueva York.

—Hola Mel, cocinas bastante bien —ella sonríe a mi cumplido. No sé qué pasó de ayer a hoy, pero ella actúa como es realmente.

—Deberías sentarte, prepárate que ella hizo un montón de comida para ti. Dijo que alguien de tu porte tiene que alimentarse bastante bien. Que no dejará que mueras de hambre hasta la boda —Susi asiente.

—Así es, tú eres gigante. Y debes tener un estómago enorme. Preparé muchas cosas para ti —corre a la cocina y vuelve con más comida.

—Creo, pequeña mariposa, que deberíamos arreglar el patio para comer ahí, ¿Qué te parece? —Melanie se arrodilla y la observa a los ojos.

—¡Buena idea, mamá! —ella corre al patio de la casa— ¡traeré flores para la mesa! —grita saliendo.

—Es un caso especial, y la verdad es que cambió nuestras vidas —dice Nick, quién está sentado tomando té mientras lee un diario— creo que deberías estar preparado para las horas que se vienen. Ella prometió que te haría sentir como en casa —se ríe mientras cambia de hoja.

—Creo que lo está logrando —camino hasta el patio para verla mejor. Susi puede ganar el corazón de cualquier persona. Ella es tan especial, ella comprende los sentimientos de los demás. Ella es una niña muy hermosa por dentro y por fuera.

Me apoyo en la pared, Mel pasa a mi lado con unas cuantas ensaladas.

—¿Necesitas ayuda? —cuestiono, ella asiente.

—Ya sabes dónde está la cocina, Irving —sonríe pronunciando mi apellido, tal cual lo hacía antes. Asiento y camino hasta la cocina.

Conozco esta casa tanto como conozco a Melanie, y sé que ella se está esforzando con esta comida.

Cojo un par de cosas y camino con ellas para dejarlas en la mesa del patio. Susi llega corriendo a mi lado con un jarrón con agua para poner las flores que trajo del jardín.

—¡Tienes demasiada energía! —le digo.

—Lo mismo dice mamá —se ríe y entra corriendo a la casa.

Varios minutos más tarde la mesa está lista, todos nos sentamos alrededor.

—Y bien, Eric, ¿Cómo te ha ido en tu carrera? —pregunta el padre de Mel.

De pie (✔)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora