Cuatro años antes.
Eric.
Despierto algo desorientado, con un dolor horrible de cabeza. Ese dolor que no sentía en mucho tiempo. Me enderezo en la cama y pongo una mano en mi cabeza, el dolor se vuelve cada vez más punzante. Miro a todos lados y veo a Lidia, durmiendo, sin ropa.
¿¡Que mierda pasó anoche!?
Presiono fuerte los ojos intentando recordar.
—Si cambias de opinión estaré en el mismo lugar donde salimos por primera vez— suelto un suspiro mientras termino de leer el mensaje de Lidia, esta chica sí que no se da por vencida tan fácil. Eso era algo que admiraba de ella, que fuera tan decidida con lo que quería, ella hacía de todo para lograrlo.
Me siento en la cama y observo por el gran ventanal, dejo que mis ojos se pierdan en la noche. Me quedo demasiado tiempo así, pensando cuándo fue la última vez que salí. Quizás Lidia no sea la compañía que preferiría, pero no tengo a nadie más con quien salir a distraerme, y esta vez no tengo nada que perder.
Me pongo de pie decidido a cambiarme de ropa para salir con Lidia.
—Es una pésima idea —me recuerda mi cerebro— a Levy no le gustará nada verte en las portadas de los diarios.
Sí, tengo razón, pero al mismo tiempo creo que salir a divertirme no afectará a nadie, tendré todo bajo control. No dejaré que Lidia haga nada fuera de lo que acordamos.
Cojo una camisa que hace mucho no usaba, unos pantalones y me visto. Luego de arreglarme por demasiados minutos, voy camino a mi auto.
Muevo las llaves antes de llegar al auto y me detengo. ¿Estará esto bien? De todas formas, no tengo nada que perder. Me encojo de hombros y le quito la alarma para luego subirme e irme al local de encuentro.
Demasiadas personas hacen fila por entrar al pub, yo como antes hacía, entro por la fila VIP, el guardia me reconoce enseguida, se pone rígido y quita el cordel saludándome, meto mi mano al bolsillo del pantalón y saco unos cuantos billetes que entrego al guardia.
Me adentro, mis ojos se cierran un poco acostumbrándose a las luces y los colores que giran por todos lados, mis oídos se acostumbran al bullicio de gente a mi alrededor. Camino hasta el segundo piso y subo. Al llegar arriba noto a Lidia con un vestido plateado, parecido al que se puso la primera vez que salimos a este lugar. Ella está de espalda, sentada en unos sillones, toma un trago y se ríe de algo que alguien dijo.
—Comenzando la fiesta sin mí —digo fuerte cuando llego a su lado, ella sube la vista lentamente por mi cuerpo hasta llegar a mis ojos, sonríe mordiéndose el labio, gustosa de verme ahí.
—Sabía que vendrías, siéntate —se cruza de piernas muy provocativamente. Me siento a su lado, las personas a su alrededor me saludan, yo respondo con un movimiento de cabeza—. Qué bueno que pensaste mejor mi oferta —se gira hablarme.
—Solo vine porque quería distraerme —admito, llevar tanto tiempo con la misma rutina me estaba matando, salir una noche a distraerme no me hará mal. Ya sé diferenciar entre distraerme sanamente y como lo hacía antes.
Un chico llega con el trago que Lidia pidió para mí, ella le da una mirada sexy y él se retira embobado.
—Entonces distráete —me entrega el vaso, no se le olvida lo que me gusta. Lo recibo y bebo. El líquido baja por mi garganta dejando una sensación de ardor en ella. Lidia sonríe muy feliz—. Sabes Eric, siempre me pareciste un chico muy guapo, ¿Cómo es que terminaste estando con una simple bailarina de ballet? —pregunta, ella habla despectivamente de Melanie, y eso no me gusta para nada.
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De pie (✔)
Novela JuvenilSEGUNDA PARTE DE "EN PUNTAS" Melanie vive en Nueva York. Eric vive en Chicago. Melanie será bailarina profesional. Eric es jugador profesional. Melanie sueña con danzar de por vida. Eric sueña con jugar de por vida. Melanie alcanzará la fama. Eric...