Siete años antes.
Eric.
Llego hasta mi departamento, agotado de todo y todos, los canales de farándula no me han dejado desde que bajé del avión que me trajo de Nueva York.
Aun no logro asimilar todo lo que pasó en un par de horas.
Cuando me subí al avión era una persona y cuando me bajé de vuelta en Chicago ya era otra, un maldito derrotado y con el corazón roto.
Me dejo caer en la cama, no logro pensar en nada más que Mel con sus ojos vidriosos y su corazón destrozado. Ella fue bastante clara, nosotros ya no somos nada, por lo que no quiero insistir en eso, estoy algo furioso porque no me dejó explicar la situación.
Pensar que por ese maldito beso sin consentimiento de Lidia toda mi relación se fue a la mierda, me da demasiada impotencia.
Rabia, frustración, enojo, dolor, tristeza, podría enumerar todos y cada uno de mis sentimientos en este instante, y en ninguno está la felicidad.
No debería ser así, yo hoy debería ser el hombre más feliz del mundo, le debería haber entregado a Mel su regalo y deberíamos haber pasado toda la tarde juntos, deberíamos haber hecho el amor hasta más no poder y luego dormir abrazados.
Dejo que las lágrimas caigan por mis mejillas, ahora que llegué al hotel puedo dejar que todo salga. Cuando bajé del avión tuve que contenerme por no golpear a todos esos periodistas entrometidos, ellos sólo quieren la primicia, quieren que yo confirme que estoy con Lidia. Pero jamás lo haría, Lidia y yo solo éramos amigos, ella traicionó mi confianza, ella mató todo lo bueno que había en mi vida.
El mantener a Mel en privado había sido una decisión que tomamos en conjunto cuando mi fama en Chicago comenzó a crecer, no quería que ellos la buscaran en Nueva York, que la siguieran y que inventaran cosas, eso solo afectaría a nuestra relación.
No quería que algo como esto pasara.
Me levanto de la cama, cojo una botella de whiskey que dejó Demian de la última vez que vino a visitarme, él estaba bastante mal. Después de su accidente no volvió a jugar, no pudo hacerlo. Tuvo problemas cuando intentó volver al juego, al parecer algo quedó mal desde ese día, por lo que solo pudo resignarse a mirar desde lejos.
El día que vino a verme lloró y puteó al mundo, yo como buen amigo estuve ahí escuchándolo. Tomamos una decisión en conjunto esa noche, Demian sería entrenador de fútbol americano, sí él no podía estar dentro de la cancha, estaría afuera guiando a su equipo al triunfo, él se lo propuso y sé que lo logrará. Él bebió mucho esa noche, pero igual dejó algo en la botella.
Sirvo el licor, veo como el vaso se llena de ese hermoso liquido marrón, un marrón parecido a los ojos de Melanie. Agrego unos hielos y camino hasta la ventana.
Menudo día de mierda.
—¡Salud por mí! —elevo el vaso y bebo.
Observo el regalo que tenía para Melanie, sé cuánto le encantaba este anillo.
—Es demasiado dinero, no lo aceptaré —Mel se cruzó de brazos negando con la cabeza.
—Sería un regalo mío, me ha ido bien, acéptalo, amor —ella siguió negando, es muy llevada a su idea.
—No interesa si eres millonario o no, no quiero el anillo. Por ahora —ella sonrió, y supe que tenía que comprarlo como regalo de aniversario.
Lanzo lejos la caja roja con el maldito anillo adentro. Tomo otro sorbo que me quema la garganta al bajar, pero ya casi no siento nada.
Mi celular vibra a lo lejos, sin tomarlo sé quién es.
![](https://img.wattpad.com/cover/229723014-288-k427804.jpg)
ESTÁS LEYENDO
De pie (✔)
Novela JuvenilSEGUNDA PARTE DE "EN PUNTAS" Melanie vive en Nueva York. Eric vive en Chicago. Melanie será bailarina profesional. Eric es jugador profesional. Melanie sueña con danzar de por vida. Eric sueña con jugar de por vida. Melanie alcanzará la fama. Eric...