De pie (✔)

¿Qué debería hacer?

Cuatro años antes.

Mel.

Entro a mi habitación del hotel, cojo mi teléfono y envío un mensaje a Thomas. Luego entro a la pagina del vuelo que tenemos preparado para mañana y lo adelanto, cancelo extra, nada importa, solo quiero irme de esta ciudad.

Desaparecer de aquí lo antes posible.

Siento como las lágrimas comienzan a llegar a mis ojos, intento contenerlas, pero no puedo hacerlo, el dolor es más grande.

No sé si esté bien que este huyendo nuevamente de Eric y sus excusas, pero solo sé que no quiero seguir aquí. No quiero mirarlo a los ojos y que me reconozca que se acostaba con esa víbora.

Abro mi maleta y guardo todas mis cosas, observo a todos lados, solo para ver si algo se me olvida, aunque no sé si sea por eso, o porque quiero que él toque la puerta, que me ruegue que lo escuche, que no me vaya nuevamente, como dijo hace un momento.

Pero eso nunca ocurre, me miro al espejo luego de cambiarme de ropa, tomo mi maleta y salgo del lugar.

—¿Mel estás segura? —Thomas me observa, él estaba por tocar la puerta de mi habitación.

—Yo no debería haber vuelto hablar con él —observo a Thomas, él baja la vista, toma mi maleta y me acompaña al elevador.

—No sé que pasó, mucho menos sé su historia, pero se nota que lo quieres —él entra en el elevador cuando éste abre las puertas.

¿Lo quiero? No, yo amo a Eric, y es por eso que me estoy yendo en este preciso instante.

—Sólo sé que me hace mal volver a verlo, a saber algo de él —le admito a Thomas. El elevador abre sus puertas en el hall.

Thomas camina conmigo hasta el taxi que espera afuera.

—Que llegues bien, cariño. Avísame cuando llegues a casa —él se despide de mí. Yo sólo asiento, Thomas guarda mi maleta, yo me subo al auto, observo como el hotel cada vez se hace más pequeño cuando el auto comienza a moverse por la ciudad.

Chicago claramente es muy parecida a Nueva York, es grande, tiene muchas tiendas y muchas personas habitan aquí.

Apoyo mi cabeza en el asiento y respiro hondo.

¿Estará bien esto? Volver alejarme de esta manera, sólo nos dañará más.

Pero es todo, ya no lo buscaré más, ya no lo desearé más.

Cierro los ojos, casi puedo sentir su tacto sobre mi piel. Años han pasado desde la última vez que habíamos hecho el amor, pero anoche, fue diferente, fue especial, fue como si ambos fuéramos más maduros, aunque claramente mi madurez se esfumó en el momento en que vi a esa víbora de pie en la puerta de Eric.

Me bajo del taxi, cancelo lo que el chofer me dice, saco mi maleta y camino para abordar el vuelo.

Me costó mucho dinero, pero todo por alejarme lo más rápido posible de aquí.

Subo al avión cuando la voz del altoparlante avisa que está todo listo para abordar.

Me siento en el asiento que me tocó, ya que no pude elegirlo por el apuro.

Me pongo los audífonos y cierro los ojos, intento pensar en otra cosa, pero no puedo. Imágenes de la noche de anoche pasan por mi mente.

Quizás esto está mal, quizás no debí venirme de esta manera.

Suspiro, abro los ojos y observo a los demás pasajeros, me giro, a mi lado va un señor sentado, él duerme profundamente. El vuelvo hasta Nueva York es de un par de horas.