< 36 >

1.2K 142 96
                                    

Sin querer nos habíamos quedado dormidos y al día siguiente fui el primero en despertar. Ver el cabello tan despeinado de Bright y su pecho descubierto me hizo recordar lo que había sucedido la noche anterior haciéndome suspirar. Esa noche había sido una locura, no fue tan malo, el chico realmente se preocupaba y se detenía si dolía demasiado, tuvimos que detenernos varias veces, realmente dolía mucho. Bueno, todos sabemos que la primera vez nunca es la mejor, pero amaba a Bright y deseaba aprender junto a él, deseaba descubrir lo que nos gustaba y lo que no.

Me acerqué a él para abrazarlo, nuestros pechos chocaban, era tan cálido que quería volver a dormir pero mis movimientos habían despertado a Bright sin querer.

—Oh, buenos días cumpleañero~ —Dije al ver sus ojos abriéndose de a poco.

Bright sonrió de oreja a oreja al escucharme y talló uno de sus ojos con algo de fuerza intentando despertar por completo.

—¿A caso sigo soñando? —me abrazó también.

—¿Esto te parece un sueño? —Dije entre risas. Estaba seguro de que no me veía muy bien.

—Siempre que estoy contigo se siente como un sueño —se apartó un poco para ver mi rostro mientras acariciaba mi mejilla—. Eres tan lindo ¿Ya te lo había dicho?

—Mm, sí lo has dicho algunas veces, pero no me molesta escucharlo unas cuantas más, gracias —reí, volví a acurrucarme en su pecho y cerré los ojos. Si me concentraba podía escuchar los latidos de su corazón—. De verdad, gracias —No hablaba sólo del halago, Bright realmente había sido paciente y cuidadoso conmigo, me sentía feliz de tenerlo, me sentía feliz por saber que él jamás me lastimaría.

—Gracias a ti, mi niño —acarició mi pelo suavemente—. Al final mi deseo de cumpleaños se cumplió, te tengo aquí y pude ver tu carita al despertar.

—Me alegra estar con... —Soló hasta ese momento recordé que debía haber vuelto a casa la noche anterior. Estábamos tan cansados que olvidé llamar a mi tía para avisar que dormiría ahí—. ¡Bright! —me separé de golpe asustando al chico sin querer—. Mi tía no sabía que me quedaría contigo, se supone que debía haber vuelto, seguro se preocupó y llamó a tu mamá... ¿Y si tu mamá nos escuchó? Tal vez no la oímos entrar y nos escuchó, dios ¡no! ¡que vergüenza! .

—Win, tranquilízate, no creo que nos haya escuchado, debimos a haber oído cuando llegó y no escuchamos na-

—¡Bright, Win, el desayuno está listo! —Gritó la señora, parecía estar en la cocina.

Escucharla me asustó más, era obvio que la señora estaba en casa ¿y si realmente nos había escuchado?
Bright intentó calmarme mientras nos vestíamos y cuando bajamos intenté ocultar mi nerviosismo lo mejor posible.

—Buenos días —saludé a la madre de Bright, aún preocupado intenté arreglar mejor mi cabello.

—Buenos días —devolvió el saludo con una pequeña sonrisa para después mirar a su hijo—. Feliz cumpleaños cariño. Preparé galletas para desayunar, son tus favoritas —se acercó para abrazarlo con fuerza.

—Gracias mamá, ¡huele delicioso!—Bright tenía razón, el olor a galletas recién horneadas empezaba a inundar el lugar, era maravilloso. Pronto la madre de Bright nos sirvió algunas de sus galletas y un vaso un chocolate casero, el aroma de los dos juntos hacía un ambiente cálido. Nos sentamos juntos para empezar a comer.

Sólo necesite dar un pequeño mordisco a la galleta para sentirme en el cielo. Su sabor era aún mejor que el aroma, tan suave y perfectamente dulce, las chispas se derretían tan bien en mi boca que no puede evitar cerrar los ojos para concentrarme mejor en el delicioso sabor. ¿La madre de Bright nunca se había planteado en hacer su propia tienda de postres? Porque yo sería su cliente número uno.

¿Podrías escucharme? •Brightwin•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora