¿Podrías escucharme? •Brightwin•

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Tomamos el autobús. Nuestro destino era el gran parque donde anteriormente nos reunimos con los demás chicos. Aquel era un lugar tranquilo, lejos de casa y silencioso,  perfecto para una ocasión así.

Habíamos tenido la fortuna de que aún quedarán asientos libres así que nos sentamos juntos.

—¿Cómo estás...? —me preguntó Bright. Había estado en silencio desde que salimos de su casa.

—Estoy bien —le sonreí levemente. No quería preocupar al chico, pero hace segundos me había prometido ser sincero.

—¿Seguro...?

—En realidad...—suspiré. Diría la verdad—. Me siento agotado, con sueño, pegajoso, molesto y extraño.

—¿Extraño? ¿En qué forma? —me miró curioso.

—Dije un montón de sentimientos y ¿sólo te importa esa última? —reí suavemente.

—Bueno, sé el porque de las otras emociones, pero sentirte "extraño" es diferente. No es un sentimiento específico, supongo.

—Supongo... creo que usamos esa palabra para sentimientos que no sabemos describir. Por eso no puedo explicarlo, es raro.

—oh... Win —se quejó Bright haciendo un pequeño puchero —anda, intenta explicármelo.

—Mm... No quiero... —miré el hombro de Bright y me recosté sobre el. Estaba cansado, tal vez recostarme un poco me haría pensar mejor.

—¿Ah? ¿Win? —tal vez le sorprendió un poco verme recargado sobre su hombro sin avisar antes.

—Me siento cansado, no digas nada más —pedí con un tono de voz bajo. Estaba seguro de que me quedaría dormido si pasaba más tiempo recostado sobre el chico.

—oh... Okey —la mano de Bright se acercó a mi cabeza para acariciarme. Apenas pude sentirla cuando la quitó rápidamente—. No, lo siento, no quería hacer eso. Te lo prometí, no voy a hacer nada que no quieras antes...

—¿Y quién dijo que no quería? Sólo hazlo, me ayudará a dormir —hablé sin pensarlo mucho.

Bright atendió mi indicación y acaricio mi cabeza suavemente, pude sentir como después pasaba sus dedos entre mis cabellos y jugaba delicadamente con estos. Me sentía tan cómodo y sentir sus manos acariciando mi cabello me daba mucha tranquilidad, era como si nadie pudiera dañarme estando con él.

—Justo lo que haces ahora me hace sentir extraño... —dije ya adormilado—. Extraño como...seguro. Me siento seguro a tu lado —justó después de decir aquello cerré los ojos para quedarme completamente dormido.

En cuanto llegamos buscamos un baño para que pudiera cambiarme de ropa ahí. Lo que Bright me trajo era realmente cómodo y olía muy bien, igual a él. Después de eso volvimos al parque en busca de un lugar lindo para estudiar.

—Este es un buen sitio, tiene una buena sombra —dije sentadome bajo un gran árbol.

El chico se sentó a mi lado y sacó sus libretas de la mochila.

—Primero, ¿Podrías pasarme los apuntes que me faltan? —me sonrió levemente.

—¿Mm?, Ah, sí... —saqué mis libretas algo desconcertado y se las pasé para que copiara mis apuntes.

¿Realmente sólo estábamos ahí por cosas de la escuela? Creía que hablaríamos un rato y nos relajaríamos para dejar el estudio al final. Lo saben, un poco de diversión entre... amigos.

—¿Por qué esa cara? Pareces decepcionado —Bright se rió suavemente—. ¿Qué creíste que íbamos a hacer? —empezó a pasar los apuntes a su libreta.