¿Podrías escucharme? •Brightwin•

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P'Off y yo estuvimos hablando por un rato más hasta que se hizo algo tarde, los dos teníamos que regresar a casa así que nos despedimos en la entrada de la escuela y tomamos caminos diferentes. Mi madre no podía venir por mí a la escuela así que debía tomar el autobús y así fue. Tomé el autobús que mi madre me dijo, pagué y tomé asiento al fondo, segundos después la persona que menos quería ver entró, sí, así es, era Bright ¿Cómo es que no lo había visto antes? Se veía sudado otra vez, me daba curiosidad saber que deporte jugaba. Bright me vió y tomo asiento a mi lado, el autobús no está muy lleno podría haberse sentando en cualquier otro lugar, ¿Por qué justo a mi lado?

—¿Tienes agua? —me preguntó mientras limpiaba el resto de su sudor con la camisa.

—Amm, no, no tengo, pero ¿por qué no vas a otro asiento? Hueles horrible —estaba mintiendo. A pesar de que el chico estaba sudado no olía nada mal, sólo lo decía para que me dejara tranquilo.

—Primero que todo, auch, me ofendes, sé que no huelo mal y segundo ¿Por qué cambiaría de asiento? Somos conocidos ¿no? —ni siquira me dirigió la mirada, sólo acomodaba algunas cosas de su mochila—. No quiero estar en un asiento solo.

—Por lo menos debería mírame cuando hablas, no sé si le estas hablando a la mochila o a mí —resoplé molesto—. Eres grosero, no te entiendo —confesé con brazos cruzados.

Bright giró para mirarme directo a los ojos, me sorprendió ver lo bonitos que eran los ojos del chico, no sé como no lo había notado antes, miré toda su cara, sus pestañas eran lindas, su nariz tenía una linda forma, su piel parecía suave, aún tenía algunas gotas de sudor cerca de su cabello, y sus labios, oh, sí, confirmaba lo antes dicho, eran realmente lindos, parecían suaves y tenían una forma muy linda. ¿Sabés? Soy un hombre heterosexual y aún así me gustaría besar los labios de este chico, no era nada raro pensar eso ¿Verdad?.

—¿Quieres besarme? —preguntó. Estaba comenzando a dudar si este chico realmente no podía leer mis pensamientos.

—¿Q-qué? ¡No! ¡¿Porqué me preguntas eso?! —me sorprendió bastante y giré rápidamente a ver la ventana del autobús para que no pudiera notar lo apenado que estaba.

—No dejabas de ver mis labios, solo bromeaba, no te pongas así —parecia estar confundido por mi reacción.

No me atrevía a mirarlo por todo lo quedó del transcurso a mi parada, solo miraba a la ventana, ahora me daba miedo si quiera voltear a verlo ¿Y si él pensaba en molestarme más? Era un tonto. Cuando el camión se detuvo en donde debía bajar me levanté y Bright también lo hizo, los dos bajamos en la misma parada, no quería voltear a mirarlo así que ni siquiera me despedí, sólo caminé directo a mi casa pero Bright caminaba en la misma dirección que yo ¿Estaba siguiéndome? ¿Qué pasaba por la mente de este chico? Giré para poder darle la cara.

—¿Qué haces?, ¿Por qué me estás siguiendo? —pregunté confundido. Me había detenido dos casas antes de llegar a la mía.

—No te estoy siguiendo, está es mi casa —apunto a la casa que estaba a un lado de nosotros, me miró con obviedad y entró a su hogar sin despedirse.

¿Era en serio? ¿El chico molesto era mi vecino? Estaba apunto de volverme loco. Estábamos en el mismo grupo, eramos vecinos y además de que nos encontramos en los lugares menos lógicos ¿el destino me estaba queriendo decir algo? tal vez sí debíamos ser amigos.
Suspiré y volví en dirección a mi casa, entre y mi tía estaba sentada en la sala con otra señora.

—Hola, querido ¿ya volviste? ¿Cómo estuvo tu primer día en la escuela?

—Estuvo bien, gracias por preguntar tía —me quite los zapatos para poder entrar a la sala—. ¿Y mi madre? ¿Aún no a llegado? —pregunté mientras saludaba a la señora que no conocía con la cabeza y mostrando una sonrisa amable.

—No, aún está trabajando, no creo que tarde mucho en llegar —respondió a mi pregunta—. Ven sobrino, déjame presentarte a la vecina, ella tiene un niño de tu edad —hizo señas con su mano para que me acercara rápido. Y así fue me acerqué en cuanto me lo pidió.

—así es, tengo un niño que es de tu edad, de hecho van a la misma escuela, tal vez lo conozcas —la señora me sonrió con amabilidad también. Por favor, por favor, estaba deseando que no fuera quien estaba pensando—. Sus compañeros le dicen Bright.

Era justo quien estaba pensando. Estas ya eran demasiadas conciencias, ahora ¿la mamá de Bright era amiga de mi tía? ¿Era una broma? Tenía que ser una broma.

—sí, lo conozco, está en mi grupo —intente mantener la misma sonrisa amable.

—¡oh! Eso es bueno, tal vez puedan llevarse bien, creo que ahora él está en casa, cuando quieras puedes visitarnos —asintio suave tocando mi hombro—. Bright ama jugar fútbol, ¿a ti te gusta? Tal vez puedan jugar juntos.

—Sí, me gusta el fútbol —con que ese era el deporte que practicaba ese chico en la escuela—. Y gracias por la invitación señora, estaré ahí pronto.

Tal vez el chico de lindos labios no era tan malo como pensaba, todas estas conciencias me confundían, tal vez debería tratar de ser amigo de ese chico, sí, intentaría ser su amigo, no perdía nada intentandolo ¿Cierto?

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Me sentía re inspirada y animada, así que les trago un nuevo capitulo.
Intentaré hacerlos más largos las próximas veces
Gracias por comentar y darle a la estrellita, en verdad me animan mucho a seguir escribiendo

Gracias por leer~