¿Podrías escucharme? •Brightwin•

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El fin de semana había terminado, era lunes otra vez. La había pasado genial con mis amigos, reímos mucho y comimos golosinas hasta reventar, pero ya era hora de ponerme al corriente con las tareas y empezar una nueva semana de clases.

Mi madre me llevo a la escuela y a pesar de que mi muñeca aún estaba algo lastimada no me dolía tanto como días anteriores.

—ah... —suspiró Mike agotado—. No entendí nada de lo que la profe dijo —se recostó rendido sobre la mesita del pupitre—. Los exámenes serán pronto ¿Qué es lo que haré?, Me faltan muchos apuntes también.

—Deja de quejarte, el único culpable eres tú, por preferir escuchar el chisme antes que las clases —le habló Liz dándose la vuelta en su asiento ya que este estaba delante del de Mike.

—¿y a ti quién te hablo? ¡Te quejas de que yo sea chismoso y tú eres la primera que se mete en lo que no le importa! —se defendió empujando a la chica con suavidad del hombro para que se sentara bien.

Aún no era ni medio día cuando Liz y Mike ya estaban peleando, no quería escucharlos. Como Mike mencionó los exámenes se acercaban, y su discusión no dejaba que me concentrara en repasar los apuntes de la clase.

—Vayan a otro lugar a pelear —ordené a mis amigos—. ¡Los dos se entrometen en todo siempre! Parecen una pareja de casados —bromeé con lo último.

—¿yo? ¡¿Casada con Mike?! Ni loca —exageró Liz negando con la cabeza.

—¿Porqué no? ¿Qué tengo de malo? Soy el más guapo en esta escuela —dijo seguro—. ¡Sólo estás celosa de que más chicas lindas me persigan a mí en vez de a ti! —sonrió orgulloso asintiendo suavemente repetidas veces.

—¡Mike! No puedo creer que hayas dicho eso, eres un....

Sin querer había ocasionado otra pelea entre esos dos. Debía concentrarme en repasar y por ello intenté no perder el tiempo escuchando la pelea de los chicos.

—¡Win! —Jai llamó mi atención.

Iba a ser difícil estudiar en la escuela teniendo amigos tan molestos.

—¿Sí? —dejé mi libreta a un lado para escucharlo con atención.

—Bueno, ya que el profesor está atrasado ¿Quieres ir por algo a la cafetería? —preguntó con una sonrisa amable.

Si era sincero no tenía ganas de ir, ni siquiera tenía ganas de salir del salón ya que hacía algo de frío y no tenía nada para abrigarme, pero empezaba a llevarme bien con Jai y no quería ser grosero.

—Esta bien, vayamos.

Iba a levantarme pero Bright me lo impidió poniendo su brazo sobre mi pecho. Él estaba en el asiento a un lado del mío, así que había escuchado todo.

—Los acompaño —miró a Jai con una sutil sonrisa. Su mirada me daba miedo.

—Oh, bueno, está bien —le sonrió amigable—. Entre más seamos mejor.
 
En pocos segundos los tres estábamos en la cafetería. Bright parecía estar muy atento a Jai y eso hacia que el ambiente se pusiera algo incómodo.

—¿Qué es lo que pedirás? —preguntó Jai

—No lo sé, me gustaría tomar algo caliente, hace un poco de frío —dije pensando en que comprar.

—¿Quieres usar mi abrigo? Yo no tengo mucho frío —se lo quitó Bright para ofrecermelo.

—Estoy bien, gracias —me negué con amabilidad—. Igual regresaremos al salón pronto, no lo nesesito

Bright entendió y volvió a ponerse el abrigo, pero en cambio, a Jai pareció no importale ya que usó su suéter para ponerlo sobre mi espalda asegurándose que me cubriera bien.