Nieve

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Era de mañana en la casa Uchiha, la fuente se escuchaba de fondo mientras una persona cepillaba lentamente su cabello tal como el trigo apunto de ser cosechado.

—Enserio no puedes vivir sin un cepillo.

—Maddy— dejo aquel objeto en el suelo de madera donde se sentaban, después de todo el patio se había convertido en el lugar donde pasaban la mayor parte de su tiempo compartido —Gracias.

Camino hasta estar a centímetros de su costado y poder sentarse nuevamente pero ahora su cabeza se posaba sobre el hombro del Uchiha mayor, mientras tomaba su mano y la entrelazaban con la suya.

—Caerá nieve pronto— miraba los ojos negros mientras colocaba ambas de sus manos en la mano que agarraba —Podemos ver la primera nevada juntos.

—No podré, estaré con Hashirama arreglando unos papeles— se apartó de aquella persona para después darle un beso en la frente.

Para después irse por el pasillo y así llegar a la salida de su casa.

—Hasta luego.

"No quiero que te vayas. Déjame amarte otro invierno más"

El Hokage se encontraba ya en su oficina con demasiado papeleo para los señores feudales del país del fuego. Si quería que su hermano terminara con el tratado, tenía que agendar una cita previa y eso le costaba mucho, ya que las palabras en una hoja no eran lo suyo.

—Hola, Hashirama.

Saludaba como era de costumbre, el mencionado fué hasta estar con él y derretirse en sus brazos.

—Madara, ayuda.

—¿Ahora qué?

—Puedes hacer una carta para los señores feudales.

—¿No se suponía que ellos ya debieron de haber acabo con todo?— miraba al Senju el cual parecía un poco nervioso ante éso.

—No, apenas van a llegar con el último Clan— rascaba ligeramente su mejilla para volver a sentarse en su escritorio y colocarse nuevamente el sombre de Hokage —Tobirama me mandó una carta hace poco, dice que se estaban hospedando cerca del último clan.

Cada que el Uchiha escuchaba ese nombre le daba cierto enojo, ya que su hermano mejor estaba con él.

Le rogaba a lo más alto que estuviera bien por el bien de todos.

—Bien haré la carta— camino a uno de los estantes para agarrar un pergamino y tinta.

Las horas pasaron entre ellos, donde hablaban de lo grandioso que sería el festival. El cual se celebraría a inicios de primavera dónde las flores volvían y las hojas de los árboles crecían.

Konoha en esa época se llenaba de color gracias a los árboles.

Madara pensaba que era mucho para una boda meramente conmemorativa, pero Hashirama seguía insistiendo que no sería así ya que el amor surgiría. Eso siempre anteriormente terminaba en discusión pero el Uchiha ya sabía como controlar eso, era tan simple como olvidarlo.

—Por cierto— llamo la atención del moreno mientras colocaba la carta finalizada a una de las aves mensajes —Shitto aseguro que hoy caerá nieve.

Al Senju le gustaba ver aquello, más cuando los copos caían directamente en su lengua; de pequeña siempre hacia eso pero Tobitama siempre lo regañaba porque era antihigiénico.

—¿Por qué?, ¿Quieres ir por unas tragos?— no sabía muy bien el porque de todo lo mencionado.

—No— sabía muy bien que había dejado a Shitto en su casa por el trabajo, no sería muy bueno de su parte ir por alcohol mientras a él lo dejaba —¿Cuándo llegará la Uzumaki?

—Dentro de unas semanas, creo— tiempo atrás le había llegado una carta de aquél clan, en la cuál declaraban que se querían unir a Konoha —¿Por qué?

—Si caerá nieve pronto lo más seguro es que dentro de unos días todo esté lleno de nieve, vas a tener que ir por ella.

A Hashirama no le agradaba mucho la idea de tener que ir por la Uzumaki, tenía una idea de cómo sucederían las cosas, no quería herir los sentimientos de nadie.

—Ella es fuerte Madara, después de todo es una Uzumaki.

Su conversación sobre ella había acabado. Hablaron durante bastante tiempo sobre lo que había pasado el Konoha, ya que gracias a la llegada de Shitto, Madara pasaba gran parte de su tiempo lo pasaba con él.

Le agradaba su compañía; no había cambiado mucho, seguía siendo ese chico dulce que conocía.

El moreno vió por su ventana como el primer copo caía lentamente seguido por otro.

—Madara— se levantó de su escritorio para ir hasta estar a pocos centímetros de él —Vamos a ver la nieve.

—Hashirama, todavía tienes papeleo por hacer.

—Tan solo serán unos minutos, como un descanso— sugería miéntras tomaba su mano y salían de aquel lugar.

Siempre que se tratará del Senju por sí solo aceptaría, sin decir una palabra. Tan solo con actos.

En la azotea pequeños copos de nieve se notaban en el aire los cuales lentamente se acomulaban en el suelo.

Si que era bonito ver aquello.

El moreno abrió ligeramente su boca para que uno de eso copos cayera directamente.

—No hagas eso, es antihigiénico— hablaba mientras que con su codo lo empujaba levemente.

El moreno río un poco al recordar en esas palabras a su hermano y no dudo en decir su parecido, a lo que recibió una bola de nieve en su cara.

—Es la verdad Maddy— reía a carcajadas a la vez que quitaba la nieve de su ropa.

—Cállate.

El Senju tenía ya listo su contra ataque, por lo que no dudo en darle al Uchiha.

Al sentir su cara completamente helado miro fijamente al Hokage sentenciando su muerte.

Diversas bolas de nieve volaban por los aires para ir a parar a una de las partes de sus cuerpos.

Sus risas eran evidentes, tan solo era ellos dos y la primera nevada.

[♡]

—¡Tobirama!

El mencionado salió de aquel cuarto que rentaban.

—¡La nieve!— sonreía el azabache para mirar los primeros copos con el Senju.

—Si, es bonita— traía consigo ya sus mochilas y katanas.

—Pásame mi bufanda— ordenó mientras extendió una de sus manos, su orden fue acatada con cierto rechazo a obedecer; está era una bufanda color rojo la cual colo en su cuello.

—Nos vamos— el también colocó una bufanda del mismo color al rededor de su cuello.

—Si.




































Sabían que la primera nevada de la temporada se asocia con el amor. Es de conocimiento popular, que las parejas que se aman, deben estar juntas durante ese momento y así fijar su amor verdadero en un plan de eternidad.

También está la del hilo rojo del destino, la cuál se las voy a contar. Los japoneses tienen la creencia de que las personas predestinadas a conocerse se encuentran unidas por un hilo rojo atado al dedo meñique (En este caso es una bufanda).

Apoco no está bien bonito eso.

Les traje dos capítulos porque el otro se me hizo muy corto, disfruten y denle estrellita a ambos para que yo siga con la historia.

Los jAmo 🐄 tomen awita 🍡💖

Comprometidos.                (TobiIzu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora