Ven, mírame

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La noche estaba a punto de caer en la hermosa Konoha, no sabían nada de sus hermanos pero eso había pasado a segundo lugar.

Ambos se miraban mientras estaban acostados frente a frente en la cama.

Hablaban de temas simples, rutinas diarias, hábitos que adquirieron con el tiempo y banalidades.

—¿Desde cuándo compraste la casa?

Pregunto Izuna mientras se acomodaba el pelo.

Tobirama solo sonrió —En cuánto llegamos de la misión, no iba a vivir con mi hermano y mucho menos con el tuyo.

Izuna solo rio ante lo obvio que era aquello, Tobirama siempre pensaba en todo y calculaba hasta lo mínimo.

—¿Por qué no me lo habías dicho antes?

—Quería que fuera una sorpresa.

Y ante eso suspiro.

Las aguas se habían vuelto turbias con el trío que parecía inseparable, y él, obviamente no iba a estar en medio del huracán.

Ya que, si no fuera por ellos, podría la casa estar completamente amueblada y limpia. Había aún habitaciones vacías y con polvo, otras solo contenían las cosas sin acomodar.

Izuna tomo la mano de Tobirama entre la suya.

—Me gusta así, ambos podemos decorarla y ordenar. Eso sería hermoso.

Tobirama se consoló con éso, pasando a besar los finos nudillos de su novio.

—Te amo.

Acabo diciendo para pasar a besar sus labios.

Inicio con inocencia, pero mientras seguían así ambos fueron aferrándose a la dulce sensación.

Izuna guío sus manos hasta el pelo blanco, Tobirama tomo entre sus manos las finas caderas.

El otro solo jadeó contra los labios de albino.

Ambos quedaron mirándose, Izuna con las mejillas rosas y Tobirama con las puntas de las orejas de carmín.

—¿Quieres?

Izuna asintió con los ojos puestos en los rubis.

Ambos volvieron a besarse, está vez con más lujuria pero con la misma intensidad de amor.

Tobirama tomo con firmeza las caderas contrarias para pegarlas a su pelvis. Izuna al sentirlo tan cerca suspiro pesadamente.

Separó un poco sus rostros sonrojados, para mirar aquellos ojos rubí que lo volvían loco.

—Tobirama, se amable.

Una chispa sacudió todo en su cuerpo, para volver a tomar el pequeño rostro y volver a besarlo.

Tobirama dejo las mejillas para pasar a quitar el nudo en que mantenía juntas las prendas.

Al dejar su torso desnudo lo dejo caer con cuidado en la cama, se maravillo ante el paisaje. Sin embargo, noto algo, un relieve en plano, en la parte baja de su abdomen que se extendía hasta su cintura.

Izuna miro la cara de su amado.

Tobirama bajo en silencio y beso la cicatriz —Perdóname.

Sintió un frío repentino en su abdomen, eran lágrimas derramadas por el albino.

Izuna bajo sus manos para atraer el rostro con pequeñas lágrimas y sin pensar lo beso para quitar cada una —Ya lo he hecho.

Tobirama dejo por fin aquello y con una sonrisa en sus labios paso a quitarse de igual manera su ropa.

Sus manos se entrelazaron, sus bocas se buscaban y cuando se encontraron las lenguas de ambos danzaron.

La parte baje buscaba fricción, el azabache movía sus caderas para así aliviar un poco su exitacion, su pareja al sentirlo bajo una sus manos hasta detener aquello, Izuna dió un quejido de molestia.

El albino paso a mirar la cara de Izuna, sus labios hinchados y rosas hacían un puchero, sus mejillas carmín y su pelo desordenado y pegado a su frente por el sudor.

Era sin duda exitante.

Él al verlo introdujo uno de sus dedos a la boca de éste, quien sin pensarlo comenzó a lamer de arriba así abajo y después meterlo en su boca, siempre con aquellos ojos negros mirándolo fijamente.

Izuna al estar satisfecho saco el dedo de su boca y miró coqueto a su amante.

Tobirama supo lo que quería y sin esfuerzo giro a Izuna.

Con besos recorrió su espalda y suavemente fue metiendo uno de sus dedos. Izuna hizo un sonido tosco al sentir y con las caritas de su amado se fue relajando.

Con cuidado metió el segundo dejo, para empezar a hacer movimientos de tijeras. El azabache solo suspiraba pesadamente.

No pasó mucho para retirarlos, los ojos negros voltearon a verlo —Quiero verte.

Las mejillas del albino se tiñeron y con cuidado cargo a su pareja para sentarla en sus piernas, frente a frente. Izuna con sus piernas a los lados de las caderas de Tobirama.

Ambos volvieron a comerse la boca, mientras los sonidos salían de estás con suspiros y algunos leves gemidos.

Tobirama bajo sus manos hasta llegar a las caderas del azabache, quien con un beso profundo dió su consentimiento.

Con cuidado de no lastimarlo inicio con cuidado y fue bajando lentamente. Izuna al sentirlo agarro con fuerza la espalda del mayor, sus ojos empezaron a lagrimear y de su garganta salieron gemidos.

Con ritmo y sin dejar de embestirlo, Tobirama tomo control de la situación, mientras Izuna solo soltaba gemidos de su boca.

Tobirama supo que llegó al punto dulce, ya que Izuna soltó un gemido diferente, con más súplica, con más deseó, más exitado, y sus manos se aferraron con fuerza a su espala.

Con varias embestidas más en ese lugar, hizo que el mejor se corriera en ambos y él al ver esto en poco tiempo se corrió en el interior del menor haciendo estremecerse de pies a cabeza, mientras recobraba el aliento.

Tobirama lo miro por un momento, con tanto amor, beso las pequeñas lágrimas y después paso a su boca.

Para así ambos recostarse y empezar a recobrar el sentido.

Sus manos se entrelazaron, su respiración se sincronizo, la cabeza de Izuna recostada en el pecho de Tobirama.

—Te amo.

Fue lo último que digo antes de caer profundamente dormido.
























🎑

HOLAAAAAA

Casi un año de no actualizar, pero ojo antes que me maten deben saber que fue por varios asuntos, si quieren saber mandé mensaje privado que aún tengo tremendo coraje.

Bueno, gracias por esperar tanto.

Por favor apoyen, enserio que sería muy lindo de su parte.

AVISO

- La historia está en su rumbo final.

Eso es todo, los jAmo ❤️ tomen awuita 🐄

Hasta la próxima 🌺

Comprometidos.                (TobiIzu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora