Comprometidos. (TobiIzu)

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La nieve abundaba en las calles del clan más impresionante que se haya podido ver. Era increíble todo en esas calles, las casas eran grandes, las personas eran demasiado educadas y civilizadas. Más aún en su estadía los trataban como a reyes.

Ante ese clan relucía la familia principal.

—¡Salud!— grito el Uchiha mientras chocaba copas con el joven líder del clan Hyuga.

Ambos bebían como si se conocieran desde hace demasiado tiempo, desde el primer momento en que habían pisado aquel clan entre ellos hubo cierta conección.

Tobirama por el contrario solo los miraba con cierta expresión de enfado, al ver lo cercanos que se habían vuelto.

—¡Hachimitsu!— sonrió el azabache mientras llamaba al Hyuga por su nombre.

Este lo voltio a ver enseguida mientras colocaba una de sus manos en el brazo del otro, ambos volvían a chocar copas y volver a reír.

—¡Izuna!— llamo el Senju al ver lo cerca que estaban, ambos lo miraron por su interrupción —Ya estás demasiado borracho, deberías irte a dormir.

—¡Cállate TonTorama!— reprocho el azabache, desde hace bastante tiempo que no lo llamaba de forma burlona hasta ahora —Déjame disfrutar un rato.

Las mejillas del Uchiha estaban completamente rosadas por el abundante alcohol que había bebido desde el inició de la noche. Al igual que no era muy bueno tolerando ese tipo de bebidas.

El albino al ver que esa interrupción no funcionó decidió ir hasta él y mirarlo cara a cara.

—Vamos— al pronunciar aquellas palabras intento poner una de sus mano en el brazo del Uchiha para llevárselo.

—Déjalo— la voz del Hyuga de un momento a otro paso de ser dulce a agria y un tanto ronca, con una de su manos paró al Senju mientras lo miraba a los ojos, tal pareciera que podía ver a través de su alma.

El albino había pensado que los ojos de los Uchihas era todo un problema pero se quedaba corto al ver los ojos se ese clan. No mostraban ni un rastro de brillo en ellos, parecieran un papel en blanco que podía ver más haya de todo.

No tuvo de otra que apartar su mano de forma brusca.

—Has lo que quieras, yo me voy— miró con enfado al líder.

Al salir de aquella sala pudo notar claramente a Izuna abrazando al líder del clan. Al ver eso no pudo evitar enojarse aún más.

Recordaba el día que habían llegado, todo entre ellos seguía "igual"  pero en cuanto aquel líder los saludo todo cambio. El azabache empezó a pasar más tiempo con el líder del clan, hasta llegó a portar una cobija con el emblema de ese clan.

Aunque el líder había asegurado desde el primer día que se unirían a Konoha, la insistencia del Uchiha por las nevadas hicieron que se quedarán unos cuantos días más ahí; pero ya era otra cosa haberse quedado toda la semana.

En esos días pudo notar aún más los cercanos que se volvían, ver constantemente al azabache ir con el líder a caminar hizo que empezará a vigilarlo y para su desgracia el Hyuga era completamente educado, servicial y sobre todo atento. Una persona que se acercaba a la perfección, eso sumo puntos a su enojo.

Su distancia cada día se hacía mayor dede aquel beso, el pensaba que talvez podían llevar la fiesta en paz y tener un matrimonio "decente", pero al parecer esa idea se empezaba a esfumar.

Pero el era Tobirama Senju jamás en su vida iba a admitir que lo que sentía eran celos, aún sabiendo perfectamente lo que empezaba a sentir desde hace tiempo.