Pasó una semana desde el accidente.
Una semana es lo que llevaba Alba sin siquiera asomarse a la ventana. Solo permanecía en la cama durmiendo y el tiempo que estaba despierta no pensaba en nada. Simplemente estaba ahí, en modo vegetativo.
No hablaba cuando su madre venía y le traía comida, comía poco, apenas tres cucharadas de sopa, solo bebía su te junto a las pastillas de ibuprofeno para la espalda.
Lucas aún no la había visto desde el accidente, tampoco sus amigos. Pero estaba decidido a verla, no podía seguir así, al menos sin hablar y él mismo necesitaba verla y hacerle saber que no estaba, que él no se apartaría.
"¿Podré tener hijos? ¿Formaré una familia? ¿Qué pasa si se rompe la silla de ruedas en mitad de la calle y estoy sola? ¿Y si no soy capaz de ducharme sin ayuda? ¿Puedo considerarme una persona independiente?".
Aunque parecía que no sentía, que solo estaba su cuerpo, su cabeza no paraba de pensar, por eso optaba por dormir.
No quería salir.
No quería ir al médico y que le diera respuestas que no quería escuchar. Tenía cita para mañana, le había dado una semana de espacio para que se adaptase a su nueva vida.
"¿Puede esto considerarse vida?"
Le habían recomendado un psicólogo, irónico, ella era uno. Ella no necesitaba contar sus problemas, quería que le arrancaran los dos trozos de carne que antes hacían la función de piernas por otras que sí hicieran su trabajo.
"Pronto mi cuerpo cambiará, sin moverme dejaré de estar en forma, tendré las piernas flácidas. Engordaré".
Todo esto sin perturbar su expresión.
"¿Cómo se quiere vivir de estar manera?".
Había estado pensando mucho en las atletas paralímpicas, en su fuerza de voluntad.
"¿Cómo se hace? ¿Cómo se mira la vida de la misma manera que antes? ¿Cómo se pone la otra mejilla ante la vida?".
"¿Qué clase de vida puede esperar Lucas a mi lado? No puede quedarse conmigo, se merece algo mejor, nunca podremos ser una pareja normal, ni siquiera dar un paseo tomados de la mano".
La boca entreabierta, tumbada de lado mirando la pared, una lágrima se deslizó hasta sus labios resecos. No hizo nada.
"Soy una psicóloga de mierda, ¿en qué pensaba metiéndome en esta carrera? No puedo ni ayudarme a mí misma. Soy penosa y ahora encima un lastre".
Cada vez que despertaba miedo colmaban su mente y más se hundía en sí misma, más hondo era el pozo y menos luz asomaba por él.
"Solo quiero dormir" rogaba a su mente.
.....................
Lucas llevaba quince minutos sentado en el pasillo de la residencia de Alba.
¿Qué le decía?
¿Qué se recomienda en estos casos, cuando la persona que amas ya no tiene interés en vivir?
Se acordó de las casas que habían estado mirando solo unos días antes de que el accidente ocurriera. Solo les quedaba un mes de clase, continuar con el TFG y listo.
Dudaba que ella terminará este año.
No era que no supiera que era fuerte, pero era un presentimiento, ella no parecía querer salir de ahí.
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Dulce y Salado
Fiksi RemajaLucas es un chico retraído y bastante inseguro. Su mayor pasión es la poesía, y dedica sus versos favoritos a su musa. Alba es una chica curiosa y espontánea, muy interesada en la mente humana. Por ello es que decide hacer un experimento psicológi...