Pasaron dos meses y entre ellos las cosas no podían ir mejor.
Era un amor adolescente pero en ocasiones no era provocado por las hormonas, sino real.
Ese día comenzaban las vacaciones de semana santa.
- Sigo sin entender que necesidad hay de poner los exámenes justo a la vuelta, ¿tanto trabajo es atrasarlos una semanilla?- se cuestionaba Alba.
- Se ve que sí- le dijo Lucas besando su mano.
Se encontraban sentados en un banco fuera del instituto, no esperaban a nadie pero no tenían gana de irse a casa.
- ¿Nos vamos a comer?- propuso Lucas.
- Sí, pero no sé si llevo dinero- apuntó empezando a buscar.
- Te invito.
- No será necesario- dijo mostrando los diez euros que llevaba en la carcasa del móvil- ¿dónde vamos?
- Podríamos pedir al chino e irnos al pabe. Hace un buen día- dijo mirando el cielo azul despejado.
- Me parece buen plan- accedió levantándose.
Una vez sentados y comidos, se tumbaron en el césped encima de las chaquetas a modo de mantas.
- ¿Tienes ganas de graduarte?- preguntó
- No lo sé. Me gusta mi vida ahora mismo, no me apetece ningún cambio, pero de todas formas llegará así que- terminó encogiéndose de hombros.
- ¿Cómo no puede preocuparte? Queda solamente un año, es muy poco tiempo.
- Lo que está cerca es San Marcos.
- Hablo en serio. Admiro eso de ti, como siempre estás tan tranquila ante todo.
- Es que no vale la pena pensar y planear todo. Pueden pasar tantas cosas de aquí a un año, hay que vivir día a día.
- Sí, ¿pero no hay cosas que quieras conservar? ¿no temes equivocarte?
- ¿Estamos hablando de nuestros futuros estudios o de nosotros?- inquirió.
- Los dos- admitió un poco avergonzado.
- Lucas, nadie puede asegurar que dentro de dos meses estemos juntos, lo único que puedo decirte es que yo te veo en mi futuro, te quiero, me gustaría que estuvieses. Y respecto a lo otro, tenemos que hacer lo que nos guste, sino puede hacerse cuesta arriba la vida- giró su cabeza para mirarlo- ¿mejor?
- Me gusta que seas objetiva, me das seguridad. Sé que estás siendo sincera- confesó.
Alba echó una pierna encima de él quedando de lado y lo besó.
- Te quiero- le dijo él.
Ella sonrió y se apoyó en su pecho.
- Esa nube parece un avión- señaló.
- No, es una tortuga- replicó Lucas.
- ¿Dónde ves tú eso?
...................
Al día siguiente quedaron todos en el chalet de Berni, en la planta baja tenía un billar, una mesa de pin pon y además una pantalla enorme donde jugar a videojuegos y unas cuantas botellas de alcohol por cortesía de Rubén.
Lucas no pensaba beber obviamente.
Alba iba principalmente para los videojuegos.
Y los demás sí iban a emborracharse.
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Dulce y Salado
Teen FictionLucas es un chico retraído y bastante inseguro. Su mayor pasión es la poesía, y dedica sus versos favoritos a su musa. Alba es una chica curiosa y espontánea, muy interesada en la mente humana. Por ello es que decide hacer un experimento psicológi...