"¿Estás ya?" envió Alba.
"Sí, ¿estás de camino?"
Siguió acercándose hasta el lugar donde había quedado y...
- ¡BUH!- lo asustó Alba.
- Cabrona- dijo asustado Rubén.
Alba se sentó a su lado riéndose de su reacción.
- Dime, ¿qué ocurre con esa chica?
Rubén le había escrito aquella mañana para ver si estaba libre y en ese caso contarle las nuevas.
- Directa al grano eh.
- No, es ir a por lo que me interesa- lo corrigió.
- A ver hay una buena y otra mala noticia- empezó.
- Primero la buena- escogió.
- ¿Segura?- preguntó inseguro.
- Sí, hoy me he levantado positiva, seguro que la mala se puede solucionar.
Su amigo sonrió al tiempo que negaba.
- La buena es que le gustó, en San Valentín triunfé por así decirlo.
- Eres un caballero cuando quieres- lo alabó- ¿qué hiciste?
- Pues mamá no estaba así que la llevé a casa y te vas a reír, puse velas y esas chorradas e incluso cociné yo, spaguettis a la boloñesa, tampoco nada del otro mundo- a medida que lo contaba se iba encogiendo de la verguenza.
- Rubén- lo nombró.
- ¿Sí?
- Tengo que conocer a esa chica, eres un hombre diferente, ¿tú cocinando? Tiene mis respetos- dijo aportando dramatismo- ¿desde cuándo la conoces?
- A ver, te cuento todo- dijo ordenando los acontecimientos.
"Ya la conocía de vista y me parecía guapa, lo normal. Pero un día que salté la valla para irme ella también saltó y no me preguntes por qué pero la seguí y se fue hasta un parque de perros. Allí se quedó jugando con los perros abandonados y dándoles de comer y miró donde yo estaba escondido y preguntó: ¿vas a salir?
Había sabido todo el tiempo que yo estaba allí, pero no parecía asustada, al final salí y me quedé con ella hablando mientras jugábamos a tirarles el palo o los acariciábamos.
Te voy a ser sincero, porque eres tú, pero fue una de las mejores tardes de mi vida y no hice nada especial. Creo que me enamoré ese día"
- Sueno como un jodido cursi- dijo escondiendo su cara entre sus manos.
- Suenas como un enamorado- dijo suave Alba poniendo su mano en su coronilla.
- Es que lo estoy, ¿no es muy loco?- preguntó volviendo a mirarla.
- Me parece irónico que me lo digas tú que seas tú quien me diga eso.
- Sí, lo sé.
- Sigue contándome- le pidió- me está gustando la historia.
- Al irme me di cuenta de que no le había pedido su número ni nada, así que al día siguiente esperé a la salida del instituto. Se llama Blanca tiene un año menos que nosotros y quiere ser veterinaria.
- Nunca lo hubiera imaginado- confesó irónicamente a lo que Rubén rió.
- Se lo pedí y me dijo que no. Que solo nos habíamos visto una vez, pero me dijo que si nos veíamos más veces, al menos cuatro, me lo daría. Eso me descolocó pero me gustó a la vez, me pareció interesante. Así que eso hice, cuatro veces más la busqué y me dio su número a cambio de una cita, ¡ligó conmigo! Quedamos, compramos una pizza y mientras caminábamos nos la íbamos comiendo.
No sé Alba, me siento muy bien con ella.
En San Valentín, dos semanas después de aquello más o menos hice lo que te conté antes y aceptó salir conmigo.
- Estoy orgullosa de ti y soy fan de esa Blanca.
Sonrió un poco avergonzado.
- ¿Y la mala noticia?- preguntó.
- Pues... el otro día, cuando fuimos de botellón en casa de Berni tuve que ir al baño a mear y vi una foto- cortó ahí.
- Ostia- dijo Alba riéndose por la coincidencia- es su hermana.
- Sí- coincidió Rubén.
- ¿Se lo has dicho?
- No sé como hacerlo, tampoco es como que seamos íntimos. ¿No podía ser hija única?- se quejó.
- Ójala pasará todo como queremos, tú díselo, no creo que se cabree. No parece de esos hermanos superprotectores.
- Eso espero.
Alba apoyó su cabeza en su hombro y Rubén la rodeó con su brazo quedando un rato en silencio.
- ¿Y de qué tenías que hablarme tú?
-Uf- se puso derecha- me da verguenza admitirlo.
Rubén la miró incrédulo.
- Soy yo- respondió como si eso justificara todo.
- A ver- cogió aire y lo soltó rápidamente- quiero ir más rápido con Lucas. Estoy súper segura.
Rubén empezó a troncharse de risa.
- ¿De qué te ríes?
- Pensé que ya lo habíais hecho.
- No, me tomo mi tiempo- alegó.
- ¿Y cuál es el problema?
- Que no sé cómo decírselo.
- Pues no se lo digas, quedad y... ya surgirá solo.
- ¿Estás seguro?
- En un doscientos por cien- respondió.
Eso le sacó una sonrisa a Alba.
La abrazó y besó su cabeza.
- Si quieres más seguridad, tienes que saber que tienes mi bendición.
- Echaba de menos quedar contigo- admitió.
- Ahora tienes novio, hay que compartirte- le reprochó en broma.
- Yo también voy a tener que compartirte- se defendió.
Las tripas de Rubén sonaron.
- ¿Pillamos unas hamburguesas de un euro?- preguntó Alba riendo por el ruido de su estómago.
- Sí, apenas me queda dinero.
Empezaron a caminar intentando ir sincronizados.
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Dulce y Salado
Fiksi RemajaLucas es un chico retraído y bastante inseguro. Su mayor pasión es la poesía, y dedica sus versos favoritos a su musa. Alba es una chica curiosa y espontánea, muy interesada en la mente humana. Por ello es que decide hacer un experimento psicológi...