prólogo

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Muchas son las historias en el que el amor, la alegría y las sonrisas al final de los afluyentes problemas son las medallas más anheladas, somos una especie de guerreros espirituales que defendemos a toda costa los ideales de nuestros sueños a pesar de que para el resto solo se trate de fantasías inservibles, nos aferramos a alcanzar una felicidad distante en lo más alto de la cúspide de las adversidades para estar conforme con nosotros mismos y darle motivos a nuestra existencia.
Entendemos que detrás de las metas están implícitos diversos sacrificios que debemos superar para cumplir con nuestras aspiraciones más internas de nuestro corazón, todos estamos conscientes que sin lágrimas de sufrimiento que se deslicen por nuestras mejillas nada valdrá la pena por el cual desear luchar.
Cuando se consigue lo que tanto se quiere comprendemos que todo lo que hemos dejado de lado valió de algo y solo nos enfocaremos en disfrutar de lo que hemos conseguido. Lamentablemente, la vida no solo trata  de cálidas primaveras sino también de poderosas tormentas que logran en ocasiones abalanzarnos con su potencia hacia el suelo, es verdad que se puede superar los obstáculos con perseverancia pero simplemente existen batallas que jamás podremos tener como alternativa no dar la cara y que son inminentes como para pretender destruirlas, un ejemplo de ello es la muerte, por más valiente que seamos nunca estaremos preparados para despedir eternamente a la persona que te acompaño en cada instante de tu vida.
Este libro tiene plasmado en sus páginas historias repletas  de fantasías, verdades, felicidad y dolor, relata por medio de sus palabras lo bipolar e inconsistente que es el mundo en el que habitamos.

El silencio de un corazón frustradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora