-¿Para que la necesitas?- preguntó Ted, desafiante
-¡Tú sabes muy bien! Ella sabe exactamente como encontrar la ciudad de El Dorado, ¡¿DONDE ESTÁ?!- inquirió fuertemente Sebastián Reyes
-No te puedo decir- respondió Ted
-Sé muy bien cómo hacerte hablar - Los hombres de las Farc agarran de los brazos a Andy y María, para detenerlos y someterlos, los obligan a arrodillarse y les apuntan con las metralletas- ¡Hablarás o no!- gritó Reyes
-¡Suéltalos! ¡Yo no sé exactamente dónde está Samantha!- exclamó Theodore
-¡No importa, hablarás como sea- después Sebastián golpea a Ted en la barbilla, lo que lo deja en el suelo - ¡¿Dónde está?!- gritó nuevamente Reyes - ¡Ah! ¡Te comieron la lengua los ratones! - luego lo golpea más fuerte, esta vez con una patada en el estómago. Luego se dirige a María y Andy- ¡Si ustedes no hablan el gringo morirá!- exclamó Sebastián, luego se dirigió a Ted, que estaba abatido - ¿Qué dices? Eres joven, todavía tienes mucho qué vivir, pero por ser un maldito terco no tendrás vida, ni esposa, ni hijos, ¡HABLA! - Después Reyes le asesta una última patada en la cabeza a Ted, este se queda tendido en el suelo, Sebastián está a punto de darle el golpe final, cuando se aparecen los muiscas del principio armados con lanzas y espadas, los cuales atacan por la espalda a los soldados de Reyes, y al llegar al propio Sebastián, este grita de terror, pues el que comandaba el escuadrón de indígenas, el último de los caciques que quedaba vivo, Tausa, lo atacó con su sable, dándole el mismo destino que Papper, hecho esto André y María temen que ellos serán los siguientes en morir, cuando los indígenas acaban con los hombres de las Farc dentro del templo, se acerca a Ted y lo levanta.
-Levántate, hermano- dijo, amigablemente, el comandante Tausa, de los muiscas
-Le debemos la vida, su alteza- dijo Theodore, sacándose el polvo,
-Mis dos hermanos mayores ya no están, y yo estoy a cargo de los guerreros, y alguien nos informó que había gente invadiendo tierra sagrada- comentó Tausa
-Pero ¿Quién?- se preguntó Ted, hasta que vio que Samantha apareció
-Yo sabía que los muiscas defenderían su templo si era atacado, los conozco desde que llegué a Guatavita, y ellos me contaron que sus rituales los hacían los domingos, por lo que si algún extraño entraba al Templo con intenciones malas vendrían a defender a su tierra sagrada, a Eric no lo atacaban porque yo les hablaba de él, y les conté que ustedes estarían en peligro cuando miré la avanzada de hombres de las Farc- relató Samantha
-Nos quedaremos en la entrada por si llegan más soldados como estos- aseguró Tausa
-Estamos agradecidos de ustedes, ¿tenemos su permiso para seguir investigando?- consultó Ted
-Por supuesto señor, los rituales los hacemos en la laguna, no aquí, defendemos el templo por costumbre más que por cualquier otra cosa- respondió Tausa.
ESTÁS LEYENDO
El Ángel de Oro: en busca de "El Dorado"
Fiction HistoriqueEl Joven estudiante de arqueología, Theodore Ferdinand, junto a su profesor André Thorward reciben el encargo de parte de un prestigioso museo, el cual es investigar la leyenda de la Ciudad Perdida del Oro: "El Dorado". Durante su investigación debe...