-Disculpen que los interrumpa, pero la placa está algo floja, ayúdenme a sacarla para que no caiga y se quiebre- dijo André agarrando la placa, Ted obedece y lo ayuda. Le dan la vuelta y ven que hay un tallado en latín
-Miren, es latín- comentó Theodore
-Y a juzgar por la letra debe haber sido escrito por Pérez- agregó André
-¿y que dice?- preguntó María
-pues... "illuxit in cordibus nostris ad illuminationem scientiae claritatis Dei in facie Iesu Christi" ... "Brilló en nuestros corazones a través del rostro de Cristo" ... el rostro... rostro... brillar- decía Ted para si mismo, entonces se acerca a la estatua del "Ángel de oro" y se coloca a la altura de los ojos
-¿Qué haces, Ferdinand?- preguntó André, pero Ted no le contestó, solo se colocó a la altura de los ojos de la escultura, y se da cuenta que no tiene ojos, por lo que mete los dedos por los ojos de la estatua y siente que hay una manivela que está suelta, la jala y ve que la estaca que sostiene la estatua se gira, de modo que la estatua queda movible, André, María y Ted la sacan de su posición original y la mueven, no resultó tan pesada como creían, pues estaba hecha de piedra, al moverla de posición encontraron una manta que cubría parte de la pared, Ted la quita y ve que es un arco que conduce hacía unas escaleras, los tres se miran extrañados, pero deciden seguir el camino de la escalera, André prendió su linterna y siguieron el camino de la escalera, la cual los condujo hacía la superficie, y se encontraron que ese pasadizo los conducía a tierra firme, el suelo de verde pasto, y frondosos árboles que rodeaban lo que parecía un pequeño barrio, al acercarse cada vez encontraron que había casas dentro de aquel bosque que fungía como una muralla, sin poder creérselo Ted y sus amigos se acercaron hasta la entrada de aquel poblado, más específicamente a la entrada de la puerta de la primera casa que encontraron, y miraron fascinados como el marco de las ventanas y las puertas eran las únicas partes que no estaban corroídas o destruidas por el tiempo, por una razón muy particular: estaban hechas de oro, los tres personajes se adentran mucho más en el interior de aquel poblado, y veían que sus edificaciones poseían las mismas características: marcos de puertas y ventanas estaban hechos de oro, al llegar al centro de aquel poblado encontraron un letrero en idioma Chibcha.
-María, por favor, traduce lo que dice el letrero- pidió Theodore
-ahí dice: "LA CIUDAD DEL ÁNGEL DE ORO"- tradujo María
-Esta ciudad se llama "Ángel de oro" .... ósea que...- razonó André, y así es.
Finalmente, nuestros protagonistas han encontrado a "El Dorado", este poblado en verdad estaba encerrado en árboles, tal como había dicho Samantha y la pala del Templo Muisca "Tierra encerrada, soleada y agraciada".
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El Ángel de Oro: en busca de "El Dorado"
Fiction HistoriqueEl Joven estudiante de arqueología, Theodore Ferdinand, junto a su profesor André Thorward reciben el encargo de parte de un prestigioso museo, el cual es investigar la leyenda de la Ciudad Perdida del Oro: "El Dorado". Durante su investigación debe...