El Ángel de Oro: en busca de "El Dorado"

ACLARACIÓN

Primero que todo, deseo darle las gracias a todos los que se tomaron el tiempo de leer esta obra, en realidad esto es como un pasatiempo para mí, más que un trabajo, disfruto mucho escribir sobre lo que me gusta, pero, eso no quita que sea imperfecto, no soy ningún dramaturgo experto ni experimentado, por lo que es lógico que a menudo cometa errores, como los que cometí con esta obra, aparte de errores ortográficos hay algunos errores que podría decir que cometí "a propósito" relacionados con hechos históricos a los que se hace referencia en esta obra dramática. Quiero dejar en claro que busqué ser lo más verídico posible a la hora de referenciar hechos históricos, tales como que de verdad hubo conquistadores y personas del común a lo largo de los tiempos que buscaron con esmero la ciudad de "El Dorado", la que obviamente no creo que exista y, por ende, no se encuentra en la laguna de Guatavita, el propósito de esta historia se resume en lo que dijo Theodore Ferdinand al final, es derribar la posición extremista entre escepticismo y fe ciega, por eso me tomé la libertad de usar la ficción a mi favor para lograr ese objetivo. Pero como ya he mencionado, hay inexactitudes históricas que a continuación les detallaré:
-La primera, y más obvia, es el hecho de que Francisco de Orellana no buscó, o al menos no se tiene registro de que haya buscado a "El Dorado", al igual que Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal, Francisco de Orellana es parte del eje central de esta historia, sin embargo, Orellana si buscó riquezas, es más, en Machifaro recibió una noticia de que tierra adentro a mano izquierda encontraría un gran señor llamado Aomagua, así que no podemos negar que Orellana buscó riquezas en Sudamérica, cosa que buscaba todo conquistador que quería encontrar a "El Dorado". Sin embargo, se usó a Orellana debido a que el no dejó registro propio de sus expediciones, un buen número de fuentes que se han usado para saber de su vida se hicieron tiempo después de que Orellana muriera, por lo que hay un vacío, aunque muy pequeño, sobre la veracidad de aquellas afirmaciones
-Esto nos lleva a la segunda imprecisión: aunque también es muy obvia, no hay tales cartas que Orellana escribiera, mucho menos entre personas que no se sabe si tuvieron contacto entre sí, como se afirma en esta obra, es más, el único que con certeza buscó El Dorado fue Hernán Pérez de Quesada, quien, lógicamente, no la encontró-Una imprecisión si es que así pudiera llamarle es la constante "rivalidad" mencionada entre Francisco Pizarro y Orellana, tal rivalidad es ambiguamente real, lo único que podemos afirmar es que Pizarro, conquistador del Perú, acusó a Orellana de traición en España, pero difícilmente hubo alguna rivalidad entre estos dos
-"Machifaro" no es una ciudad mística, existe realmente en la zona del Amazonas, donde Orellana de verdad estuvo explorando, por eso a Francisco de Orellana se le atribuye el descubrimiento del Amazonas

-Los taironas, la raza de María José en esta historia, no hablaban Chibcha, sino teiyuna, lo que si es cierto es que la tribu Tairona era de afiliación chibcha, pero tal como admitió María José en la obra lógicamente la tribu Tairona y Muiscas no hablaban exactamente el mismo idioma.

Otras cosas que me gustaría mencionar es la inspiración de esta obra y sus personajes. Para quien no lo sepa en los años 2015 y 2016 yo escribí dos obras dramáticas "La gran investigación de mi vida" y "La Gran investigación de mi vida: ¿para qué volviste?" respectivamente, y en ambas historias el manejo de la historia no es muy exacto, por ejemplo, la primera de mis obras se basa en el año 1971 y hablan del fin del gobierno de Richard Nixon, cuando en realidad el renunció a la presidencia en 1974. Esto lo hago muy seguido, por dos razones particulares: 1) No siempre es fácil tener todos los datos de un suceso histórico, más cuando es tan antiguo, siempre hay fuentes que contradicen a las demás al hablar de hechos, y 2) Me gusta generar algo de misterio cuando contradigo lo que ha ocurrido de verdad en la historia, es decir jugar con los hechos, no saber cómo terminará una historia es muy difícil, más aún en la época que estamos viviendo, de las redes sociales e internet donde pareciera que es muy difícil innovar en un mundo que parece haberse inventado todo.

Uno de mis primeros escritos, por allá en 2013, fue un relato de la revolución inglesa de 1642 y centrado en la vida de Oliver Cromwell, quien, tras no lograr darle al pueblo lo que prometió, se va al exilio por voluntad propia a la isla de Santa Magdalena y se encuentra con un viejo amigo de sus andanzas como delincuente en Escocia. Para quien conozca la historia real sabrá que Cromwell murió en 1658, al parecer, de malaria. Sin embargo, fue todo intencional, pues comparado a la revolución más famosa de Europa: La Revolución Francesa, la inglesa no es tan conocida y por tanto me tomé aquella libertad de jugar un poco con la veracidad de los hechos, pues mi propósito es entretener, más que enseñar hechos como un documental.

Para el personaje principal de esta obra, Theodore Ferdinand, está basado en dos personajes del cine y la literatura: Indiana Jones de la saga de películas del mismo nombre, y Robert Langdon de la saga de libros de Dan Brown y sus adaptaciones cinematográficas hechas por Ron Howard. Y esta obra en específico se basó en dos obras donde estos dos personajes fueron protagonistas: Indiana Jones y la última cruzada (1989) y Ángeles y demonios (El libro publicado el año 2000 y la película estrenada el año 2009) Ambas obras orientan al espectador a algo más allá del caso en sí, dan una lección de vida, en la primera enseña que es más importante reencontrarse con los nuestros, como fue el caso de Indiana reencontrándose con su padre en una aventura, en tanto la aventura contrarreloj de Robert Langdon enseña que el manejo desmedido del poder causa la perdición para los demás, y aun así se puede tener la oportunidad de corregir las cosas, y, de ser posible, salvar a los demás.

Tal vez en el futuro escriba otras obras donde Ted Ferdinand resuelve otros misterios de la humanidad, tal vez la búsqueda del cadáver de Hitler, el supuesto ovni de Roswell, por qué y quien construyó Stonehenge, donde está la tumba de Cleopatra, que fue de la IX legión romana, ¿ocurrió la Guerra de Troya?, que significa el manuscrito Voynich, entre otros.