Los ojos de neptuno.© (1) [✔️] EN EDICION.

~Capitulo 8~

Poe:

Desperté emocionado, después de tantos años fuera de la tierra que me vio nacer tener la oportunidad de volver era alucinante.

—Tenia tiempo que no te veía emocionado de esa manera Poe.

Sara tomaba asiento a mi lado mirándome desayunar, era mi roomate desde que llegué a la ciudad, entre nosotros jamás hubo nada mas que amistad y así se ha mantenido todo este tiempo.

—Volveré a pisar mis tierras Sara ...casi ni dormí de lo emocionado que estaba.

—¿Seguro que solo es por el viaje? ¿Y no porque estará cierta editora por ahi?- me hacia ojitos coquetos con una sonrisa amplia en sus labios.

—Se llama Veronica Lodge... —Jugaba con mi desayuno recordando su rostro y cada vez que sonreía. —Es increíble Sara... es independiente, hermosa, debes verla en las reuniones explicando sus puntos de una forma clara con los nuevos inversionistas ¿recuerdas a Vladimir Davioc? El inversionista mas temido de todos... ¿con el que nadie pudo y casi se nos retira? Pues ella lo logró ella lo dominó en una reunión, es una diosa Sara.

Sentía un zape en mi cabeza haciéndome reír porque me había dado cuenta de lo embobado que me había quedado al hablar de ella.

—¿Te consigues una suggar mommy y no me avisas?

—Está casada...

—Joder Poe ¿Qué pretendes hacer, seguirás buscándola?

—No lo sé Sara, iré hasta donde ella quiera llegar, pero te aseguro que no la dejaré ir.

—Te tiene como un adolescente, me encanta verte así. —Se levantaba acercándome las maletas ya que debía salir para llegar a tiempo, cepillaba mis dientes tomando mis cosas acercándome a la puerta. —Poe...

—¿Si? —Siento su abrazo haciéndome corresponder, era mi mejor amiga y la quería muchísimo. —Si te ha dado la oportunidad, si te ha dejado entrar aún casada es porque está cansada de su esposo y la vida que trae, lo viví y se lo que se siente, imagínate que van a la ciudad del pecado y enséñale lo perversa y feliz que puede ser.- sonreía asintiendo dejando que aquellas palabras se quedaran grabadas en mi mente. —No eres su segunda opción, eres la oportunidad de salir de ese pozo sin fondo en el que está, cómetela tigre.

Reía abrazándola por última vez saliendo del apartamento para tomar un taxi hasta el aeropuerto en el que ya se encontraban algunos de mis compañeros, buscaba a Verónica con la mirada pero no la encontraba hasta que veía a esa diosa cruzar por las altas puertas de cristal embobandome con su andar, su pelo negro ondeaba con el aire su caminar mostraba la confianza y la fuerza que tenia, todo pasaba en cámara lenta.