Los ojos de neptuno.© (1) [✔️] EN EDICION.

FINAL

Poe :
Salgo de la cama con cuidado de no despertar a Verónica y mientras me ponía algo de ropa la observaba tan tranquila y serena después de una noche completa de pasión pura.

A decir verdad, sus hormonas me asustaban un poco, ayer mi miembro ardía de tantas veces que Veronica se montó sobre él y de lo brusco que se movía.

La cama sigue intacta tal vez porque usamos todo menos eso, había despertado en ella esa pasión que estuvo oculta por años y ella en mi ese animal que jamás supe que tenía.

Abrochaba mi pantalón y tomaba una libreta escribiéndole un mensaje para que no se preocupara cuando se levantara y no me viera a su lado.

"Principessa, debes estar hermosa como siempre al despertar, ¿Procuraste darle la vuelta a la almohada siempre que cubres de saliva un lado completo de esta? Eso... sonríe.
No te preocupes, no estoy porque tengo una sorpresa muy especial para ti, empaca ropa de playa aunque... desnuda te podré apreciar mejor. Vuelvo en pocas horas, hasta ahora Lodge."

Dejo un beso en su frente y salgo de la habitación con cuidado de no hacer ruido, bajo las escaleras con una sonrisa amplia en mis labios encontrándome con Laura recién levantada tomando algo de leche de la nevera.

—Buenos días. —Le sonrió y me siento frente a ella.

—Buenos días Bonavente, ¿Todo listo para este fin de semana? —Pregunta y suspiro nervioso bebiendo del vaso que servía para mí.

—Pues, ayer no le pude dar la noticia porque alguien justo cuando le iba a decir apareció gritando mil cosas.

—Echaste cientos de dólares en flores a la basura. —Responde dejando caer sal en mi leche haciéndome reír y negar con la cabeza.

—Firmaste con la "L" —Hago el vaso a un lado y me levanto de la silla.

—Es mi puto nombre, cavernícola.

—Es la inicial de la pesadilla de Verónica. —Me alejo caminando en dirección a la puerta principal.

—Hablas de Lincoln ¿Verdad? —Se detiene en el marco de la puerta con los brazos cruzados.

—Al principio sí, pero alguien está haciéndole competencia. —Me lanza una pelota de Jared a la cabeza y yo rio antes de subir al auto de Verónica. —Volveré en un rato, cuídame a mi mujer.

Últimamente estoy pasando tanto tiempo con Verónica que he descuidado muchas cosas, aunque por el mismo motivo muchas otras cambiaron para mejor, mis hermanos ya conocen a Jared y por cosas de la vida que no entendemos ellos parecen conocerse de toda la vida.

Mis padres aman hablar con Verónica y desde que supieron del embarazo hicieron una caja con cientos de cosas que quisieron enviarle al bebé para cuando naciera.

Lincoln gracias a Dios no se ha aparecido por el lugar y sabrá él lo que esté planeando escondido por ahí, en todo caso Verónica no está sola, ahora tiene a una bestia a su lado dispuesta a devorarse a medio mundo por ella. Es mi reina y la defenderé toda la vida porque un Rey sin su dama no es nadie.