Veronica:
Todas las mañanas eran igual, me levantaban los rayos del sol que se colaban por las cortinas blancas que eran ondeadas con suavidad por el viento, me giraba buscando a mi marido a mi lado que como siempre ya no estaba.Despertaba no tan feliz, ya la frustración me traía algo desanimada, me estiraba colocándome mi bata tapando la lencería que se había mantenido igual, ataba mi pelo en una coleta alta dirigiéndome al baño y cepillándo mis dientes mirándome al espejo, tal vez ya no le gustaba como mujer o ya estaba vieja, pero a los 29 no se es viejo... ¿o si? —Negaba con la cabeza terminando y con pesar secando mi rostro para luego dirigirme al cuarto de mi hijo.
—Cariño es hora de despertar. —dejaba besos en sus mejillas viendo esa sonrisa que me alegraba la vida en segundos.
—Soñé que unos dragones llegaban y quemaban toda la ciudad!- —decía abrazando mi cuello en cuanto lo cargaba.
—Y que hiciste?
—Los tomé como espaguetis y me los comí. —reía llevándolo al baño para que se lavara mientras me contaba sus historias y mojaba todo el baño.—Papá irá por mi a la escuela, dijo que me llevaría a un partido de fútbol en el centro.
—Eso es genial cariño. —sonreía buscando su toalla de superhéroes envolviéndolo en ella.—Vamos amor cambiate iré a hacer tu desayuno.
Sentía que solo eramos el y yo, como si su padre hubiera dejado de ser parte de nuestras vidas, llegaba "cansado" a nuestras noches familiares pero poco a poco iba dejando de importar.
—Llevaré mi camiseta del equipo y esta lucecita para que crean que es una estrella. —dijo corriendo hasta la mesa mientras me acercaba a el entregando su tostada con queso y su leche de chocolate con malvaviscos.
—Sabes lo que debes... —me interrumpe hablando con la boca llena completando mis frases.
—Nada de hablar con extraños, gritar si alguien dice que es mi familiar y no lo es, mamá no mandará a nadie por mi sin avisar y solo puedo ir a casa de Mateo si te cuento antes.
—Bien, que bueno que ya mi niño sabe lo que tiene que hacer. —lo veo terminar de comer y le arreglo su uniforme viendo lo grande y hermoso que está.
Minutos después sonaba el claxon de su autobús tomando su lonchera y sus cosas y colocándoselas en su espalda saliendo con el hasta la puerta.
—Te amo! —me daba un beso en la mejilla y salía disparado hasta el autobús.
Entraba otra vez en casa subiendo directamente al baño, no tenia mucho tiempo que digamos para llegar al trabajo, quitaba la lencería dejándome apreciar mi cuerpo desnudo, no estaba tan mal...¿Verdad? Entraba en la ducha dejando caer el agua por mi cuerpo.
Pasaba mis manos por mi cuerpo sintiendo el calor que emanaba de él, despertando esas ganas con las que me había acostado, deslizaba mis dedos hasta mi entrepierna sintiendo como se humedecía con mi tacto, recostando mi cabeza de las paredes de mármol dejándome llevar del placer que me generaba acariciando mi clítoris dejando escapar jadeos que eran silenciados por el sonido del agua, siento lo mojada que estoy y como mis pezones se erectan mientras mas rápido movía mis dedos entrándolos en mi de vez en cuando haciendo que mis piernas temblaran, mis jadeos eran reemplazados por gemidos que se hacían cada vez más fuertes, tocaba mis senos halando mis pezones dejándome al límite dominándome con un orgasmo fuerte que me hacia arquear mi espalda sintiendo mis fluidos salir de mi transportándome más allá del universo.
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Los ojos de neptuno.© (1) [✔️] EN EDICION.
عاطفيةVeronica tiene una vida normal hasta un evento que lo cambia todo, aparentemente tiene un futuro brillante en una de las editoriales más importantes de Estados Unidos. Hace a un lado su matrimonio abusivo para pensar en ella misma, lo complicado es...