24 HORAS DESPUÉS.
—Me enorgullece poder informarles como le ha ido a la editorial en este maravilloso viaje, las ventas han subido un 40% gracias al trabajo de todos y con la llegada de nuestro nuevo escritor nos hemos posicionado a la cabeza de las editoriales mas prestigiosas de Estados Unidos, Veronica, Poe vengan.
Veronica:
Ambos nos levantamos deteniéndonos uno a cada lado de Hugo, el hombre nos abrazaba y nos echaba flores, nos hacia sentir bien y definitivamente era uno de los mejores jefes que había tenido.
Estoy feliz pero hay algo en mi que no se siente bien, mi esposo esta en la cárcel a punto de ser enviado a Estados Unidos para ser juzgado y yo no he sentido la mínima pizca de preocupación.
Me siento culpable pero actuó de manera egoísta porque eso es lo que quiero hacer, quiero que se pudra y se deprima como yo lo hice por años, el karma existe y lo he comprobado de la mejor manera.
—¿Cierto Veronica? —Pregunta Hugo sonriéndome. ¿Cierto que? Joder no sé de que estaba hablando.
—Fue un trabajo arduo de equipo, literalmente sudamos en el proceso. —Poe me salvaba aunque notaba su doble sentido en lo que decía.
—Así es. —Miré a los demás con una sonrisa algo fingida.
—Mañana tendremos una comida antes de irnos ¡recojan sus cosas que hoy es nuestro último día señores! —Todos aplauden y Hugo por fin nos suelta, nos hacemos a un lado y yo suspiro saliendo de mis pensamientos.
—¿Estas bien principessa? —Pregunta acercándose a mi tomando uno de los pequeños postrecitos de la mesa.
—No he dejado de pensar en que no me importa lo que le pase a Lincoln. —Tome uno de los postres y lo muerdo mirándolo a los ojos.
—Me tienes a mi al lado, es obvio que no te va a importar. —Elevaba sus hombros con un gesto de superioridad.
—Imbécil. —Ruedo mis ojos con una pequeña sonrisa.
—Controle ese lenguaje en el área laboral señorita Lodge. —Se acerca a mi oído haciéndome tensar. —Mejor guárdalo para cuando esté entre sus piernas, algo así como para echarme porras.
Los recuerdos se hacían presentes en mi mente y no podía evitar mantener la sonrisa que ya tenía.
—Creo que el que debe controlarse es usted señor Bonavente, sus ojos me dicen que además de decirlo recordó o imaginó alguna cosa. —Sus ojos eran su espejo y cuando estos se oscurecían era como el cielo reflejando tormenta.
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Los ojos de neptuno.© (1) [✔️] EN EDICION.
RomantizmVeronica tiene una vida normal hasta un evento que lo cambia todo, aparentemente tiene un futuro brillante en una de las editoriales más importantes de Estados Unidos. Hace a un lado su matrimonio abusivo para pensar en ella misma, lo complicado es...