• Química •

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-Qué tal su primer día?-Mamá nos recibió saliendo de la cocina con un tazón vacío en mano.

-Hola mamá-Me acerque para besar su mejilla, sonriendo levemente.

-Por qué tan tarde?-Frunció el ceño.

-Que papá te lo diga-Canté dirigiéndome a las escaleras para empezar a subirlas aprisa.

-Diez minutos Becca-Mamá ordenó en voz alta.

-De acuerdo-Le respondí en un grito alargando la "o".

Finalmente llegué a mi triste habitación, las paredes eran de un color beige pálido a medio caer y en el medio de esta estaba una cama, bastante incómoda para mi gusto y apuesto que lo sería para cualquier ser vertebrado.
Después de dos semanas completas en Londres la mudanza no terminaba de llegar, por lo que sólo contábamos con un par de muebles y por suerte con nuestras camas, aunque debíamos utilizar colchones inflables porque los nuestros estaban en el grupo de cosas atrasadas.

Lancé mi mochila junto a la pequeña mesita de noche que estaba del lado derecho de la cama y me lancé sobre ella luego de sacar mi móvil del bolsillo trasero de mis jeans.

-Hey-Canté emocionada, en cuanto terminó de timbrar la línea.

-Puedo escucharte perfecto Becca,no es necesario que destroces mis tímpanos-La voz aguda del otro lado chilló divertida.

-También me alegra escucharte Louisa-Rodé los ojos aunque no pudiese verme, y reí.

-Obvio que me alegra escucharte boba,te echo mucho de menos

-Yo también Lou

La parte más difícil de haber dejado mi vida en New York fue abandonar a Louisa,mi mejor amiga desde los cinco años. Habíamos sido inseparables desde el momento que un grupo de niños me empujó en el parque aprovechándose de mi baja estatura y mi complexión delgada,ella los ahuyentó a golpes con un pequeño bolso rosado convirtiéndose en una verdadera heroína para mi.

-Vamos, no terminaremos llorando cada día que estemos al teléfono ¿Bien? Mejor dime,qué tal tu primer día de clases?-Su voz se quebró un poco pero no tardó en recuperar se.

-El Colegio es gigante, no tienes una idea-Me senté a la orilla de la cama buscando una posición más cómoda para contarle cada detalle de mi día a mi mejor amiga.

Había pasado unos minutos hablándole sobre los profesores y otras cosas que no se tenían en la escuela de New York.

-Acá apenas tenemos una silla para sentarnos-Bromeó notoriamente impresionada.

-Pero vamos, me has hablado hasta de los retretes-Reímos-Y no de lo verdaderamente importante

-Uhmm?-Hice un sonido con los labios esperando que comprendiera mi confusión.

-Chicos, Becca-Cantó obvia.

-Como no lo supuse-Me reí.

-Cuéntamelo todo-Alargó la última "o" impaciente.-Su acento es tan sexy como el de esos actores de las películas románticas?-Hizo la pregunta que tantas veces nos hicimos sentadas frente al televisor y pensamos jamás obtendríamos la respuesta.

-No lo sé, Lou. Apenas cruce palabra con dos o tres chicos-Me encogí de  hombros.
Y era verdad, apenas me había atrevido a disculparme con un chico con el que choque en la Cafetería y con otro más con el que Harvey me presentó en la clase de Idiomas.

-Y...?-Soltó un gritito de emoción.

-Pude notar el acento sabes pero no sonó "mágico" como pensé-Admití un tanto decepcionada.

But Daddy I Love Him || Tom Holland Donde viven las historias. Descúbrelo ahora