• Nosotros •

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El adolescente comenzó a removerse en su lugar un tanto incómodo, ya que a pesar de no estar completamente consciente, los ruidos provenientes del exterior estaban consiguiendo que volviera en sí de a poco.

Para cuando su mente retomó el trabajo, inevitablemente se maldijo por haber bebido de la forma en la que lo hizo la noche anterior, aunque sabía que no sería quién más se lamentaría...Amber debía estar tan acabada como él.

Sus párpados eran tan pesados que le costó más de lo habitual abrir los ojos, esperando encontrarse semidesnudo a la par de su chica en aquella cama king size pero no fue así...El color blanco a su alrededor consiguió cegarlo, aquella no era la casa vacacional en la que había pasado los últimos dos días.

<¡Maldición! ¿Tanto así había bebido? Ni siquiera tenía idea de en dónde estaba> pensó enseguida, moviendo sus entumecidas extremidades como preparación para incorporarse.

-¡Joder! ¿Qué mierda...?-Un inusual pinchazo en el antebrazo le hizo girar automáticamente, encontrándose con una aguja atravesando le la piel.

Fue hasta ese momento que se percató de la conexión entre aquella aguja y una delgada sonda, que era guíada hasta una bolsa ubicada a la par de la cama individual en la que reposaba su cuerpo, el cual simplemente estaba cubierto por una delgada tela que simulaba un pijama (camiseta y pantalón).

-¡Oh Dios...!-Una mujer de aproximadamente cuarenta años irrumpió en la habitación, su uniforme correspondía al de una Enfermera al igual que los instrumentos que deslizaba frente a ella con ayuda de un carrito de metal.

-¿Pero cómo...?-Interrogó acercándose a toda velocidad,pues el brazo del joven paciente contaba con rastros de sangre debido a que la aguja había salido en respuesta a sus bruscos movimientos.

Un suave gemido escapó de los labios del castaño antes de despertar abruptamente;la sensación de que el aire dentro de sus pulmones estaba extinto le hizo toser repetidas veces, mientras su cuerpo temblaba debido al sudor frío que le recorría.
Su mirada se desvío casi al instante para inspeccionar su brazo, asegurándose de que éste se encontraba intacto y como última paranoica confirmación sus ojos bailaron desesperadamente por cada rincón que le rodeaba.

Por supuesto que fue un sueño, imbécil!> Se maldijo, incorporándose para regular su respiración.

El violento timbre de su móvil le hizo dar un pequeño salto en su lugar, obligándole a girar donde la mesita de noche.

Primeramente su mirada se encontró con el destrozado marco que tiempo atrás protegía la fotografía de Amber, agrandando el vacío en su pecho con el que había despertado, y que probablemente lo acompañaría el resto del día.
Entonces confirmó que el Universo siempre se empeñaba en hacerle las jugadas más bajas.

De no ser porque el móvil sonó una vez más, Thomas hubiese podido pasar toda la mañana observando la fotografía.

Sin más, su atención retomó el objetivo principal y cogió entre sus manos el móvil, dirigiéndose a los mensajes de texto recibidos.

Ni se te ocurra desaparecer hoy, Tom
Comienzo a echarte de menos
-Andrews

Una involuntaria sonrisa se formó en sus labios, y aunque no se molestó en responder de vuelta, le tomó un corto tiempo reunir fuerza de voluntad para levantarse y alistarse para ir al Colegio.

Las clases dieron inicio, transcurriendo lentamente a la par de la mañana y podríamos decir que todo marchaba con normalidad, nada fuera de lo común, simplemente clase trás clase hasta que...

But Daddy I Love Him || Tom Holland Donde viven las historias. Descúbrelo ahora