• Prejuicios •

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Estaba tan sumergida en mis pensamientos que me deslice casi automáticamente hasta mi asiento, dejándome caer con brusquedad al llegar a el.

Mi corazón se detuvo un microsegundo, para después comenzar a latir con una fuerza terrorífica en el instante que levanté la cabeza y lo vi... El embriagante aroma de su colonia no tardó en invadir mis fosas nasales, trayéndome de vuelta la sensación de mi cuerpo reposando sobre su cama.

Me removí incómoda, golpeándome mentalmente por no haber echado un vistazo al aula antes de entrar, ¿qué debía decir? "Hola Thomas, gracias por culparte frente a mi padre pero ahora él cree que dormimos juntos y no pude negarlo porque ni siquiera estoy segura de lo que pasó aquella noche" ¡Por supuesto! ¡Excelente idea, Rebecca!

¡Dios mío! ¿Cómo se suponía que había tenido el valor de lanzarme sobre él para cualquier cosa que haya pasado, si ahora mismo no tenía el valor de mirarlo a la cara?

No podía describir cuán avergonzada me sentía, deseando como nunca antes había deseado algo que la tierra bajo mis pies se abriera y me tragara de una vez por todas.

-Estás destrozando mis nervios,Andrews-El silencio fue interrumpido por su profunda voz, sintiéndose como si un balde de agua fría cayera sobre mi. Mi cerebro no pudo formular una respuesta coherente, así que decidí simplemente guardar silencio.
No pasaron más de treinta segundos cuando el tacto de su mano rodeando mi brazo izquierdo me hizo estremecer,fue entonces que me percate del involuntario golpeteo de mis manos contra la mesa que Thomas se había encargado de inmovilizar.

-Lo siento...-Apenas y pude escuchar mi propia voz.

-Sólo para aclarar me importan un bledo tus problemas, pero debe ser algo serio para mantenerte con la boca cerrada más de medio minuto-Podía sentir sus ojos clavados sobre mi, pero no tenía el valor suficiente para girar a verle.

La tensión en el ambiente era más intensa de lo que alguna vez fue, ¿tenía eso que ver con que hayamos...estado juntos? Es decir, ¿realmente había pasado?.

Siempre había tenido claro quién era y cuáles eran mis límites;pero mi padre había dudado de ello cada día durante los últimos años... Supongo que para este punto yo también lo hacia, había terminado por demostrarle que tenía razón;había metido la pata tal cuál él predijo, y ni siquiera podía recordarlo.

Ahora no sólo se trataba del asunto con Thomas, sino de aquel vídeo y de Harvey...

-Ahora quién es maleducada-Sus palabras estaban cargadas de ironía y un genuino desinterés que particularmente aquel día me hizo sentir una punzada en el pecho.

Cogí el aire suficiente que mis pulmones demandaban para darme un poco de valentía y finalmente giré la cabeza para mirarle y exigir repuestas pero mis ojos se encontraron con aquel increíble y profundo color chocolate, intimidando me al instante y pisoteando la poca determinación que tenía.

Una parte de mi; más grande que cualquier pensamiento lógico o racional tenía miedo de saber lo que realmente había pasado en esa fiesta. Tenía miedo de descubrir que quizás papá siempre tuvo la razón, que él sabía que en cuánto me otorgara libertad algo como esto pasaría, tenía miedo de escuchar a alguien más diciéndome de lo qué había sido capaz.

Tal vez ni siquiera quería saber la razón detrás de aquella pelea, o la razón por la que desperté en la cama de mi compañero de Química.

-Hey-Le escuche llamarme en cuanto rompí con el contacto visual, volviendo la mirada a mis manos temblorosas.

-Andrews-Él me llamó una vez más.

Me mantuve en silencio como si esperase que él leyera mis pensamientos y entendiera que no quería hablar, pero por supuesto eso no pasó y sin previo aviso, cogió mi rostro haciendo que girara de vuelta a él.

But Daddy I Love Him || Tom Holland Donde viven las historias. Descúbrelo ahora