But Daddy I Love Him || Tom Holland

• ¿Resaca Moral? •

-Qué?-Me reí levemente, ocultando mi rostro entre las páginas del libro que llevaba en mano.

Podía sentir su penetrante mirada sobre mi, y al encararlo no pareció tener ni la más mínima intención de parecer discreto, por el contrario una leve sonrisita se asomó en sus rosados labios.

-Thomas-Me removí sintiendo bajo mis manos la suave tela en la que mi cuerpo se encontraba envuelto...

¡Oh no! ¿Otro sueño? ¿En serio Rebecca?

Vaya que ese Thomas comenzaba a ser un problema.

Solté un pesado suspiro despejando me de cualquier pensamiento extraño sobre ese chico, enfocándome en que debía levantarme antes de tener a papá al otro lado de mi puerta golpeándola como si no hubiese un mañana.

Sábado de limpieza; los platos de la cena y la cocina me esperaban para ser aseados.

Mis ojos permanecieron escasos segundos entre abiertos intentando adaptarse a la nula luz de la habitación pero tuve que cerrarlos nuevamente a causa de una punzada terrible en la cíen.

-¡Auch!-Me quejé cubriéndome el rostro con la tibia manta, cientos de punzadas en mi cabeza no tardaron en hacerse presentes luego de la primera.

-Ay por Dios ¡Voy a morir!-Me dije a mí misma, en ese momento una oleada de recuerdos distorsionados invadieron mi mente como una especie de vídeo dañado.

La fiesta...

Antes de darle más vueltas al tema, la tonada de mi móvil me hizo sentir como si estuviesen taladrando mi cabeza con una fuerza apenas soportable, estiré mi brazo lo más que me fue posible para alcanzarlo y hacerlo callar, pero no conseguía encontrarlo...Ni a el, ni a la mesita de noche en realidad,ya que acostumbraba colocarlo sobre ella cada noche antes de dormir.

Frustrada, reuní la fuerza de voluntad necesaria para sacarme la manta de encima e incorporarme lentamente, en aquel instante una vaga pregunta resonó en mis pensamientos...¿Cómo se supone que había llegado a casa?

Todo a mi alrededor eran meras sombras que no conseguía distinguir del todo entre la oscuridad de la habitación, haciéndome imposible divisar cualquier cosa así que me dispuse a estirar las manos para tantear mis cercanías en busca del móvil, luego de unos segundos mi mano derecha pudo sentirlo al pie de la cama, junto a lo que se sintió como diversas prendas apiladas debajo suyo.

El tono había parado para cuando lo cogí, sin más lo encendí para mirar de quién se había tratado pero...

12:34pm

-¿Qué...?-Hablé para mí misma incrédula, si eso fuese cierto hacía rato que papá hubiese derribado mi puerta para hacerme levantar.

Un momento...Mi habitación jamás había lucido tan sombría y fría... Ni siquiera por las noches.

La pregunta anterior invadió nuevamente mis pensamientos, forzando me a rebuscar en mis recuerdos  cómo había llegado hasta ahí.

-Todo está bien, Rebecca-Continúe un tanto nerviosa, estirando me más de la cuenta para alcanzar mi lámpara y encenderla para comprobar que me encontraba en casa pero nuevamente no tuve suerte.

La mesita de noche estaba literalmente a la par de la cama, del lado izquierdo pero esta parecía haberse esfumado.

Los nervios terminarían consumiéndome antes de encontrar la tonta mesita de noche así que sin más remedio encendí con mis temblorosas manos la luz de mi móvil moviéndola de un lado a otro rápidamente, definitivamente no estaba en mi habitación, y mucho menos en mi casa.