¿Ella? Con una vida moldeada al gusto de su padre.
¿Él? Con un pasado que lo atormenta día a día.
"Dicen que los chicos buenos van al cielo, pero los chicos malos traen el cielo a ti..."
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Así que Rebecca...
Una punzada más en mi pecho me ordenó que debía relajarme ó de lo contrario; nuestra cita terminaría en un Hospital y yo con un diagnóstico de problemas cardíacos severos.
-¿Si?-Me tomó un par de segundos reunir el valor suficiente para girar a ver al Conductor del gran auto clásico en el que me encontraba montada.
-¿Qué quieres hacer?
-No lo sé-Hablé bajo, asegurándome de que pudiese escucharme.
Sabía perfectamente que ese chico castaño de rizos definidos, que parecía salido de un Comercial de Shampoo nadaba en plata,al igual que mis amigos así que...¿Qué debía responder? No había convivido lo suficiente con ellos para saber los lugares que solían frecuentar o la forma en que se divertían.
-Quizás te parezca infantil pero no he pisado un McDonald's en años...-Sus ojos se encontraron con los míos, dedicándome al instante una dulce sonrisa.
-Yo tampoco-Admití devolviéndole el gesto, y no mentía; la última vez que comimos fuera de casa había sido por mi cumpleaños número diez, precisamente en un McDonald's.
-Me parece un buen día para hacerlo entonces-La luz roja le permitió hacerme frente por más tiempo del que lo había hecho en cuánto me guío fuera de la casa de Gwen minutos atrás.
-Probablemente escuchas a menudo lo que estoy apunto de decir pero eres muy bonita-Soltó con timidez devolviendo la mirada al frente, gesto que agradecí ya que de lo contrario me arrojaría por la ventana con tal de que no viese mi rostro completamente colorado.
Aquel cumplido había estado bastante lejos de sentirse como con Harvey.
-Gracias Harry-No pude evitar sonreír de oreja a oreja ante la sensación tan agradable que me provocó su cumplido.
-¿Y cómo es que conoces a Harrison y los demás?-Pregunté curiosa observándolo atentamente, ya que habíamos tomado una mesa al fondo del establecimiento sólo para dos personas, quedando uno frente al otro.
-Nos conocemos desde niños, aunque en realidad él no era mi amigo para ese entonces sino de mi hermano mayor
Yo asentí con la cabeza levemente indicando que entendía pero su mirada quedó pérdida apenas mencionó a su hermano, como si su mente estuviese divagando en otra parte.
-Eran ó tal vez aún lo son-Se encogió de hombros restándole importancia, y antes de que pudiese responder la mirada de una de las empleadas del lugar llamó nuestra atención.
-Nuestra orden debe estar lista-Me puse de pie al igual que él, pero me sonrió haciéndome una seña con la mano para que me detuviera.
-Yo iré-Me dijo suavemente, así que me senté de nuevo siguiéndolo con la mirada hasta el mostrador... Entonces me permití echarle un rápido vistazo a sus jeans oscuros y su camiseta blanca perfectamente lisa, era un chico bastante alto y delgado.l
