VIVIENDO CON DESCONOCIDOS (Completa✔)

Capítulo 58: No es esto lo que quería.

Mamá, sí, Samira, la mujer que me dio a luz, lleva una hora encerrada en su habitación con Arthur.
Comencé a preocuparme cuando oí los gritos.

—¿POR QUÉ ME MIENTES? —lleva gritando la misma pregunta media hora.

—¿SABES LA VERDAD?, ¿A QUÉ TE REFIERES CON LA VERDAD? —pregunta Arthur.

—TÚ HIJO ROMPIÓ EN LLANTO AQUÍ MISMO, NO PRETENDAS QUE NO HA SUCEDIDO NADA. —le grita mi madre.

—SÍ NO ME DICES QUÉ TE DIJO AHORA MISMO, LE PREGUNTARÉ A ÉL. —grita Arthur.

—ME DIJO LA VERDAD, SABES DE LO QUE ESTOY HABLANDO MALDITO PSICÓPATA.

—¿PSICÓPATA? —oigo la puerta abrirse con fuerza y cerrarse aún peor.

Arthur pasa como flash hacía las escaleras y casi me choca en el pasillo.

—Jake esta durmiendo. —digo, sin dejarlo dar un paso más.

—¿Ahora eres su guardaespaldas?, sal de mi camino. —me ordena.

—No. —me niego.

—¿No?, ¿esa es tú respuesta? —suelta una carcajada.

—No voy a dejar que sigas maltratando a Jake física y psicológicamente, has arruinado sus últimos años aquí, pero juro que te haré pagar por ello. —me paro de puntitas para llegar a su rostro de cerca.

Tiene olor a tabaco y perfume caro, típico de rico.

—No eres más que una niña, no tienes idea de nada. —vuelve a reírse.

Hasta aquí he llegado. Uso mis brazos para empujarlo hacía atrás. Se tambalea un poco, para luego volver a la normalidad.
Recibo una bofetada firme en el mismo instante en que mamá sube las escaleras, ha sido tan fuerte que me tira al suelo y caigo de espaldas.

Jake abre la puerta de su habitación y me encuentra en el suelo, me ayuda a ponerme de pie y inspecciona mi rostro unos segundos.
Mamá tiene a Arthur contra la pared, esta gritándole tantas cosas que no soy capaz de comprender nada.

Arthur corre escaleras abajo con mamá siguiéndolo hecha una leona hambrienta de justicia. Él, su presa perfecta.
Jake intenta bajar las escaleras y meterse en la pelea, pero se queda a mi lado cuando tomo su brazo.

—No lo hagas, solo lo estaba provocando. Escuche a mamá subir las escaleras, no podía dejar que te lastimara. —le confieso.

—Pero a cambio te lastimo a ti. No y no. No es así como debían ser las cosas Emily. Maldita sea. —se queja.

—No me culpes por esto Jake. Fue tú idea. —trato de calmarme, pero por su culpa las cosas han salido peor de lo que pensaba.

—Tú la aceptaste, debías decir que no. Tú tenías que estar a salvo, tú y tu madre. ¿Por qué nada de lo hago me sale bien? —golpea la pared con sus puños y se sienta en el suelo. Esconde la cabeza entre sus brazos.

—¿Hay algo más que quieras decir Jake?, estoy cansada de esto. —le digo.

—¿Hay algo qué tú quieras decir?, si cambiaste de opinión sobre tus sentimientos, estaré esperando para oírlo. —parece que esta es nuestra primera pelea luego de confesarnos el amor que sentíamos por el otro.