Subo las escaleras luego de haber tenido ese intenso encuentro con el tal William. Me agrada el de hecho de que no haya un compromiso de por medio y el saber que solo sera algo de una noche, que no tendré que preocuparme por nada. Mañana se me va a olvidar y solo sera uno más en la lista.
Estoy decidida a irme a dormir aunque la fiesta continúe abajo, tengo los párpados pesados y los ojos cansados, mis piernas ya no pueden dar un paso más.
Estoy a punto de entrar en mi habitación cuando escucho los notables gemidos provenientes de la habitación de Jake. Definitivamente no extrañaba esto, maldita sea. Ni la música los opaca.
Entro en la habitación y cierro la puerta, trato de ignorar cada grito femenino, pero es como si aumentara a propósito. ¿Se la esta cogiendo o la esta matando?, solo pensarlo me repugna.(...)
La mañana cae y no he podido ni pegar un ojo, entre la música y los gemidos que en algún momento pararon, conciliar el sueño, me fue imposible.
La música ha dejado de sonar y la fiesta parece haber llegado a su fin, oigo el tumulto de gente aún parloteando por ahí.
La puerta del cuarto de Jake se abre, unos pasos de tacones se oyen hasta la escalera y luego nada.
Es mi momento para atacar. Salgo de la habitación encontrándome a Jake en sus shorts deportivos y sin camiseta, esta despeinado y con cara de dormido, pero debo admitir que aún así se ve hermoso.—Odio escuchar los golpes de la cama contra la pared cada vez que una chica entra en tú cuarto y ni hablar de sus gritos. Es asqueroso. —Le digo de mal humor.
—¿También te daría asco si esos gritos fueran tuyos? —dice guiñandome un ojo.
—Eres un idiota. —respondo, pero realmente me gustaría que fueran míos. —No he podido dormir por tú culpa.
—Debo satisfacer mis necesidades, además es sano. —dice de manera despreocupada.
—¿Y la fiesta es para satisfacer tus necesidades también? —pregunto cruzandome de brazos.
—Solo es para divertirme, tú deberías hacer lo mismo. —me sonríe sarcásticamente, como siempre lo hace.
—Por supuesto que lo hago, pero la diversión tiene sus limites. Y esto ya no es sano, demasiado alcohol, demasiado descontrol. —aún me duele todo el cuerpo. La cabeza parece estar a punto de explotarme y mis oídos zumban bastante.
—Te acostumbrarás, créeme, llegara un punto en el que podrás hasta seguir con tú día sin dormir. —dice apoyándose en el umbral de su puerta.
—¡Si claro! y no llegar a los 20, por supuesto que es gran idea. —digo sarcásticamente.
Ese meme en el que Snape le dice a Harry "¿Te atreves a usar mis propios hechizos contra mi, Potter?", se me viene a la mente. No soy de usar mucho el sarcasmo, pero es definitivo que le estoy dando un poco de su propia medicina.
—Con ese humor llegaras a los 20, pero con canas y arrugas. —se burla de mi.
Suelto un suspiro lleno de fastidio y le cierro la puerta en la cara. Parece que jamás dejara de fastidiarme, siquiera después de que estuviéramos compartiendo saliva e irrumpiendo en el espacio personal del otro.
Ahora que el silencio reina en esta casa, podre dormir hasta que el gallo cante en la siguiente mañana.
Bueno, ni que viviera en medio del campo, ¿quién soy?, ¿Heidi?Katie descansa a mi lado, si fuera a un concurso de talentos con ella, probablemente lo que mejor haría sería dormir por horas, sin levantarse siquiera para comer.
(...)
Una llamada en mi celular me despierta de un sueño en el que volvía a mi antiguo pueblo y me iba a la universidad con mis amigas. Me entristece saber que eso no ocurrirá. Las tres han elegido universidades distintas y ahora solo queda que yo decida a cual quiero ir.
Atiendo la llamada de un número desconocido.
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VIVIENDO CON DESCONOCIDOS (Completa✔)
Teen FictionEmily tiene la desgracia de vivir con tres personas que no conoce gracias al enorme secreto que su madre le ha ocultado. No tenía idea de la existencia de su nuevo hogar, siquiera sabía que conocería a dos gemelos, que aunque parecen ser iguales fís...