Capítulo 9

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Regina llegó a su casa agotada después de toda la mañana y parte de la tarde intentando arreglar todos los problemas que había producido el robo. La detective conseguía provocarle cosas que pensaba que no volvería a sentir, no tan pronto al menos, pero no dejaba de pensar que era una persona que no le trasmitía confianza suficiente para tener algo más allá de una relación profesional, no quería involucrarse con una persona que se le lanzaba y que le coqueteaba de esa manera. Su corazón había salido muy dolido de su matrimonio y no pensaba dejarlo en manos de alguien así aunque le provocase cosas que no podía evitar. Había decidido evitarla todo lo posible, y que sólo la volvería a ver si fuese estrictamente necesario. Decidió deshacerse de esos pensamientos dándose un largo baño y tirándose en la cama a descansar y a dejar de pensar en todos los problemas que parecían rodearla durante los últimos meses. Justo cuando estaba a punto de cerrar los ojos su móvil sonó.

- Regina Mills. ¿Quién es?- Contestó por inercia.

- Morena, ¿Cómo estás? Acabo de leer en las noticias que han desvalijado tu consulta.- Dijo Ruby bastante alterada.

- ¿Cómo? ¿En serio las noticias ya saben eso? Como odio toda la parafernalia mediática.- Respondió la morena asqueada. Ser la hija de Henry Mills aún le pasaba factura, ser uno de los mejores médicos del país parecía trasladarse a sus hijas.

- Lo he leído en Twitter hace dos minutos, ¿Estas bien? Me he preocupado mucho, pensé que te había pasado algo.- Preguntó Ruby realmente preocupada por su amiga.

- ¡Malditas redes sociales! Si estoy bien, tranquila. Gracias por llamar pero estoy cansada quiero cenar e irme a dormir.- Afirmó Regina muy agotada.

- En 20 minutos estoy en tu casa con mucha comida y un buen vino.- Ruby corto antes de que Regina pudiese decirle que no.

Regina se tuvo que levantar y ponerse algo de ropa para esperar a la llegada de la que en ese momento se había ganado su odio momentáneo. A la media hora de la llamada su puerta sonó y Ruby apareció con varias bolsas y dando gritos.

¡Morena! Menos mal que estas bien.- Abrazó fuertemente a su amiga.

Ruby, deja la efusividad. No es para tanto, entraron cuando no había nada, sólo han revuelto todos los papeles.- Respondió Regina cerrando la puerta tras ver pasar a su amiga y soltar las bolsas en la mesita.

Da igual, podía haberte pasado cualquier cosa.- Ruby se marchó rápidamente a la cocina y cogió dos copas y un sacacorchos.

Tranquila, como si estuvieses en tu casa.- Dijo la morena en tono irónico mientras se sentaba en el sofá mirando como su amiga se peleaba con la botella de vino.

Estoy en mi segunda casa.- Respondió abriendo la botella y sirviendo las dos copas.- Bueno... dejando atrás todo el tema del robo. ¿Cómo estás?

Estoy bien, Ruby. Agotada, si me hubieses dejado terminar la conversación por teléfono lo sabrías.- Dijo alargando la última palabra y dando un pequeño golpe en el brazo de su amiga.

Eres una aburrida, amiga. Por cierto anoche estuve con una morena. Estoy segura que te hubiese encantado.- Soltó sin pensar para que su amiga se olvidase de que se había presentado en su casa tan repentinamente.

Eres incorregible. Aunque debo de admitir que te envidio un poco, lo del sexo sin compromiso es algo que no es para todo el mundo.- Dijo recordando lo sucedido con Ariel la noche anterior.

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