– Emma, no lo hagas. Tú no eres así.
Regina apareció detrás de ella, al escuchar el disparo se asustó pensó que Emma había sido herida o peor que la habían matado y no pudo quedarse quita, no podía vivir pensando que no había hecho nada para evitarlo. Salió como pudo del baño y la imagen que vio la destrozó no podía permitir que Emma hiciese eso pues sabía que se arrepentiría toda la vida.
– Él mató a mi madre.- Dijo Emma mirando a Gold y escuchando como Regina se acercaba a su altura.
– Ira a la cárcel por eso, pero Emma tú no eres así.- Dijo pasando su mano ensangrentada por el brazo desnudo de Emma que sitió un escalofrío con el contacto.- Nunca podrás vivir con la culpa de haber hecho algo así. Deja que la policía lo detengan y se lo lleven.- Su tono de voz era dulce y amable, veía el sufrimiento de la rubia y su corazón se estremecía.
– Levántate.- Gritó Emma.
La rubia saco sus esposas y apretándolas demasiado sacó a Gold herido en un brazo del piso donde se encontraba Killian que había escuchado parte de la conversación y se lo llevó. Emma entró corriendo y se encontró a Regina pálida sobre el sofá unos médicos entraron segundos después y se la llevaron. Emma se subió en la ambulancia con ella y acompañándola hasta el hospital.
Pasaron un par de horas en las que Emma no sabía nada, los médicos le dijeron que tenían que hacerle una transfusión de sangre y que después evaluaría si había sido dañado algún órgano. Emma tenía en sus manos el bolso de la morena así que sacó su móvil y buscó el número de su amiga.
- Hola, ¿Ruby?- Preguntó algo nerviosa.
- Sí, soy yo. ¿Quién eres?- Ruby se preocupó al ver que no era la morena.
- Soy Emma, nos conocimos hace unos días.
- Si, cierto. ¿Por qué tienes el móvil de Regina?
- Ella está en el hospital, la hirieron y he pensado que le gustaría verte aquí cuando despierte puedes avisar también a su hermana, por favor.- Dijo mientras que su voz era cada vez más entrecortada.
- ¿Está bien? ¿En qué hospital esta? ¡Dios! Mi morena. - Ruby se alteró al recibir esa noticia y se marchó lo más rápido que pudo a encontrarse con ella.
Dos horas después Regina fue llevada a una habitación, ella estaba bien y no era nada grave, Ruby y Emma estaban con ella pero seguía dormida, había tenido que sedarla para poder curarla.
– Emma, ¿Qué paso?- Preguntó Ruby después de más de una hora de silencio y de idas y venidas de la rubia.
– Un sospechoso de un caso se presentó en mi casa y quiso matarme pero la bala le dio a Regina. No te preocupes él está en la cárcel junto con sus cómplices.- Dijo Emma con un halo de tristeza en su voz.
– Ella está bien, no tienes que preocuparte más.- Dijo Ruby intentando consolar a la rubia.
– Podía haber muerto por mi culpa, no me lo perdonaré nunca.- Ruby intentó rebatir sus palabras pero Emma no la dejó.- No tienes que decir nada. Simplemente quiero que le des esta carta cuando despierte.
– No puedes irte, ella se alegrará de verte aquí.- Dijo Ruby intentando detener a la rubia.
– No hay nada que hacer. Ahora si me disculpas.- Emma se marchó y dejo la carta sobre la cama.
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Caos
FanfictionRegina Mills es una gran psicóloga en proceso de divorcio y bastante dolida con su ruptura. Por su parte Emma es una detective de homicidios metida en problemas debido al reciente fallecimiento de su madre. Ambas se encontraran y... ¿Podrán estar ju...