Capítulo 28

799 74 12
                                    

Emma, no lo hagas. Tú no eres así.

Regina apareció detrás de ella, al escuchar el disparo se asustó pensó que Emma había sido herida o peor que la habían matado y no pudo quedarse quita, no podía vivir pensando que no había hecho nada para evitarlo. Salió como pudo del baño y la imagen que vio la destrozó no podía permitir que Emma hiciese eso pues sabía que se arrepentiría toda la vida.

Él mató a mi madre.- Dijo Emma mirando a Gold y escuchando como Regina se acercaba a su altura.

Ira a la cárcel por eso, pero Emma tú no eres así.- Dijo pasando su mano ensangrentada por el brazo desnudo de Emma que sitió un escalofrío con el contacto.- Nunca podrás vivir con la culpa de haber hecho algo así. Deja que la policía lo detengan y se lo lleven.- Su tono de voz era dulce y amable, veía el sufrimiento de la rubia y su corazón se estremecía.

Levántate.- Gritó Emma.

La rubia saco sus esposas y apretándolas demasiado sacó a Gold herido en un brazo del piso donde se encontraba Killian que había escuchado parte de la conversación y se lo llevó. Emma entró corriendo y se encontró a Regina pálida sobre el sofá unos médicos entraron segundos después y se la llevaron. Emma se subió en la ambulancia con ella y acompañándola hasta el hospital.

Pasaron un par de horas en las que Emma no sabía nada, los médicos le dijeron que tenían que hacerle una transfusión de sangre y que después evaluaría si había sido dañado algún órgano. Emma tenía en sus manos el bolso de la morena así que sacó su móvil y buscó el número de su amiga.

- Hola, ¿Ruby?- Preguntó algo nerviosa.

- Sí, soy yo. ¿Quién eres?- Ruby se preocupó al ver que no era la morena.

- Soy Emma, nos conocimos hace unos días.

- Si, cierto. ¿Por qué tienes el móvil de Regina?

- Ella está en el hospital, la hirieron y he pensado que le gustaría verte aquí cuando despierte puedes avisar también a su hermana, por favor.- Dijo mientras que su voz era cada vez más entrecortada.

- ¿Está bien? ¿En qué hospital esta? ¡Dios! Mi morena. - Ruby se alteró al recibir esa noticia y se marchó lo más rápido que pudo a encontrarse con ella.

Dos horas después Regina fue llevada a una habitación, ella estaba bien y no era nada grave, Ruby y Emma estaban con ella pero seguía dormida, había tenido que sedarla para poder curarla.

Emma, ¿Qué paso?- Preguntó Ruby después de más de una hora de silencio y de idas y venidas de la rubia.

Un sospechoso de un caso se presentó en mi casa y quiso matarme pero la bala le dio a Regina. No te preocupes él está en la cárcel junto con sus cómplices.- Dijo Emma con un halo de tristeza en su voz.

Ella está bien, no tienes que preocuparte más.- Dijo Ruby intentando consolar a la rubia.

Podía haber muerto por mi culpa, no me lo perdonaré nunca.- Ruby intentó rebatir sus palabras pero Emma no la dejó.- No tienes que decir nada. Simplemente quiero que le des esta carta cuando despierte.

No puedes irte, ella se alegrará de verte aquí.- Dijo Ruby intentando detener a la rubia.

No hay nada que hacer. Ahora si me disculpas.- Emma se marchó y dejo la carta sobre la cama.

CaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora