《𝑱𝒖𝒆𝒈𝒐 𝒔𝒖𝒄𝒊𝒐》 [Hawks x Perla(Oc) x Dabi] FINALIZADA

𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 19

Palabras: 7977

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Intentaba hacer memoria, le estaba costando recordar. Sí que había pasado tiempo con muchos hombres a lo largo de su vida pero, jamás podría haberse olvidado de Dabi con sus quemaduras y grapas tan características que lo hacían único y muy diferente físicamente.

Pero cayó en la conclusión, tenía un recuerdo demasiado difuso, fue de hace muchos años, antes de conocer a Celeste.

-Eras... no... pero ese niño era pelirrojo.- Perla frunció el ceño confusa, observando detenidamente el pelo de Dabi que se había ido volviendo completamente blanco en esos meses, el tinte negro había desaparecido a medias de su cabello, pero el blanco era el color que lo dominaba. (Recordad que en este fanfic decidí que su pelo era negro por el tinte)

-Era yo.- Soltó sacándola completamente de dudas.

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Cuando su madre aún vivía Perla salía a jugar de vez en cuando al jardín de su casa.
Su madre permanecía en reposo porque la enfermedad ya estaba afectandole demasiado mientras que su padre se iba a trabajar, así que se quedaba la mayor parte del tiempo con una de las sirvientas que era la que se encargaba de cuidarla y vigilarla.

Perla paseaba el cepillo de plástico por el pelo rubio de su muñeca mientras tarareaba una canción de unos dibujos animados que había visto esa misma mañana.
Le encantaba mantener a sus muñecas bien cuidadas y vestidas, incluso a veces las llevaba al lavabo para lavarles el pelo con jabón de manos, ya se había llevado varias broncas por hacer eso.
La sirvienta, arrodillada justo a su lado se encargaba de vestir a una de sus muchas muñecas tal y como le indicó Perla.

-Mira Anna.- Perla extendió la muñeca que había estado acicalando hacia su sirvienta.- ¿Te gusta el peinado que le he hecho?

Le había puesto dos coletas bastante mal hechas, pues los pelos de la muñeca se salían poco a poco por ellas, eso hizo soltar una alegre carcajada a Anna, quien asintió conforme.

-La has quedado preciosa.- Soltó una agradable carcajada.- No podrás quejarte de juguetes eh... tienes muchas muñecas, eres una niña con suerte.- Le dio un golpecito amistoso en la punta de su pequeña naricita, provocando que la arrugase y riera.

-Oh es verdad, eso me recuerda....

Anna observó confusa como Perla gateaba hacia el resto de sus muñecas, analizando minuciosamente cada una de ellas.
No sabía que le ocurría ni que estaba haciendo pero de todos modos decidió no interrumpirla, se la veía demasiado concentrada en su extraña labor como para decir algo.
Finalmente Perla tomó entre sus manos una muñeca que vestía como una princesa, incluso su pelo moreno y rizado poseís una corona rosada como el vestido que además brillaba al tener purpurina estampada en la tela.