DRAGON BALL: UNA NUEVA ERA

XXVI RENACIMIENTO

Shyn empezó a despertar con dificultad, viendo que ya no estaba en el  campo de batalla y que tenía vendas por todo el cuerpo y que estaba en una cómoda cama con forma circular, la habitación era marrón con un techo blanco,una ventana que daba al cielo negro por el combate y una vela en un armario cerca que le daba algo de visibilidad. Aunque no tenían muchos muebles, al lado suyo había un pequeño taburete y una mesita con una peculiar forma, en esta había un vaso con agua, ropa nueva y un poco de vendaje envuelto.

Resulta que un anciano que vivía cerca de donde los tres saiyajines tuvieron la pelea decidió ir a ver que pasaba y encontró a nuestro protagonista tirado boca abajo y sangrando, por lo que se lo llevo a su hogar, una cabaña al pie de una gran montaña cortada por la mitad. En su casa atendió a shyn y lo dejo reposar hasta que este se despertó confundido.
Este intento levantarse aunque le resultaba complicado debido al daño recibido y terminaría tirando el taburete y llamando la atención de su salvador quien abriría la puerta (que era una puerta doble pequeña que se abría manualmente como una de los shopping) y ayudo al herido a sentarse en la cama.

-eso fue muy imprudente muchacho ¡intentar moverte con semejantes heridas!-le reprochó el viejo.
-ugh, ¿quien demonios eres?- respondió Shyn, al recordar las palabras shiba y alterarse.

El hombre que lo ayudo a levantarse era un humanoide bastante alto, con piel roja, ojos naranjas, nariz y orejas puntiagudas y una gran barba plateada que le llegaba al estómago, ademas de ir vestido con una toga amarilla con un cinturón rojo, ademas de ser calvo

-¡esa no es forma de tratar a tus mayores! ¡y menos a alguien que te salvo la vida!-dijo el viejo indignado.

Shyn decidió calmarse y soltar un pequeño suspiro.

-gracias por salvarme pero ¿quien eres?-pregunto shyn.

-¡así me gusta! Mi nombre es Eygon Morne y tu eres..-dijo este.

-shyn....ikkari shyn-se presentó mientras se tocaba las vendas de su estomago.

-muy bien ikatri...-empezó Eygon.

-en realidad es ikkari...-corrigió shyn.

-eso....itrihy será mejor que reposes un poco, aunque me sorprende que te recuperes tan rápidamente todavía no estas listo para irte-le explicó Eygon.

-irme......-en ese momento shyn recordó que shiba se dirigía a la tierra y empezó a desesperarse y a intentar levantarse, pero al hacerlo le empezaba a doler todo el cuerpo y se volvía a sentar.

-¡QUEDATE QUIETO MUCHACHO! ¡¿acaso quieres morir?!-le reprochó el viejo.

-no puedo quedarme aquí....mis amigos me nece.....-en ese momento se calló

¿Realmente lo necesitan?
Después de todo todo esto fue su culpa ¿porque habrían de querer su ayuda....y de todos modos ¿de verdad quería ayudarlos?

-oye ikiti, ¿estas bien?-pregunto Eygon.

-¡deje de llamarme así!-dijo Shyn volviendo a la realidad, sobresaltando al viejo.

Luego de esto hubo un silencio incómodo, Eygon se dirigió a la cocina, momento que el protagonista aprovechó para ponerse la ropa que el hombre dejo al lado suyo(una remera roja un poco grande y unos pantalones del mismo tamaño de color marrón hechos de un material sedoso) al cabo de un rato el alienígena volvió con dos vasos de formas poco convencionales para uno según  Shyn, el anciano le ofreció uno de los "vasos", este lo tomo con desgana, en su interior había un líquido azulado que echaba humo, al mirar el líquido pudo observar aunque de manera borrosa, su cara de desgana, sintió que lo perdió todo, que no hay nada de lo que aferrarse ni nada por lo que luchar...