Las preocupaciones normales de los estudiantes de Austrus Fimer son cual es el mejor auto o cual es el bolso mas costoso. Pero detrás de esas cuentas de banco infinitas y esos rostro que dicen "no rompo ni un plato" hay demasiados secretos que los u...
Observo el cuarto en el cual pase la mayor parte de mi vida, ya no tiene mis fotos en la pared o los peluches en la cama, ahora solamente está la pintura gris en la pared y la simple cama en la habitación. Anqué debería estar en el auto rumbo a el aeropuerto, sigo en el cuarto en el que viví por casi 10 años, aun algo muy en el fondo me dice que me quede, que aun puedo encontrar una solución para el problema, que aun puedo ser una bailarina profesional, seguir con mis sueños.
Pero algunas cosas es mejor dejarlas en el pasado y seguir adelante, aun así, lo que me atormenta es el verdugo que me persigue de manera diaria en este lugar, por eso debo huir como si fuera una ladrona, escapar del lugar que me daño como ningún otro.
Cierro la puerta y comienzo a bajar las escaleras, miro a mí al rededor en un intento de memorizar cada parte de la academia. Una vez llego al primer piso donde una rubia algo triste me espera.
-¿ya te vas? - pregunta Sam, mi mejor y única amiga en este lugar.
-sí, tarde o temprano esto pasaría, pero prometo intentar venir a visitarte en cuanto pueda - y la abrazo fuerte, irme de este lugar es dejar una parte de mi en este lugar.
Sam es la única de las chicas que es mi amiga, el no ser buena socializando y tener una historia trágica no ayuda a tener amigas, las personas son buenas juzgando pero no escuchando, así que cuando eres la primera plana en una de las noticias más impactantes de la academia todo el mundo te señala, los insultos también se vuelven algo comunes en tu vida diaria, pero con el tiempo deje de darle importancia a cada comentario que hacían referente a mí, agradezco que mi profesora me ayudara a comprender que la vida es más que los comentarios de los demás, si logre ser una de las mejores bailarinas de esta academia sin ayuda de ninguno de mis compañeros sé que puedo eso y mucho más.
Salgo de la academia y subo al carro negro que esta estacionado en frente, el chofer cierra la puerta y cogemos rumbo hacia el aeropuerto, miro una última vez las calles de Paris, memorizo cada cosa que pasa por mis ojos y una vez llegamos al destino, me guían hasta la sala privada para abordar.
Me siento en una de las sillas y saco el celular, comienzo a mirar los mensajes que tengo por leer y no quiero responder, ya que siento que, si lo hago de alguna manera, voy a aceptar el hecho de ya no perseguiré mis sueños.
Una azafata viene para guiarme hacia el jet privado de mi padre, simplemente doy las gracias, subo y me recuesto en una de las sillas para cerrar los ojos y caer en un sueño profundo.
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Siete horas después, aterrizamos en territorio canadiense y yo llego a mi nueva vida, bajo las escaleras con cuidado y visualizo una camioneta negra el cual me espera para llevarme hacia la universidad, suspiro y subo al carro.
Miro por la ventana cada detalle del lugar del cual no planeo salir en los próximos 5 o 6 años. Del aeropuerto de Toronto al pueblo en el que queda la universidad son como dos horas así que no tengo absolutamente nada que hacer, ya dormí en el avión así que no tengo sueño, si leo probablemente me quede ciega así que simplemente me pongo los audiófonos y comienzo a escuchar música, mientras miro el paisaje.
