CAPITULO 52

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JASON SMITH

Camino por los pasillos del hospital, me indicaron a cual habitación tenia que entrar, me dijeron que tenia que usar una bata quirúrgica, guantes y tapabocas. 

Paro frente a la habitación 502, el miedo crece.

Abro la puerta de la habitación, veo a mi hermana, tiene muchos cables a su alrededor y un tubo en la boca, tiene esos ojos azules cerrados, tomo el valor que me falta e ingreso a la habitación, cojo una de las sillas que esta en una de las esquinas y la acerco a la camilla, me siento en ella y comienzo a mirar a Jane, intento memorizarla, retratar cada parte de su rostro en mi memoria.

-hermanita – mi voz sale entrecortada.

No me siento capaz de seguir hablando o de despedirme de ella, no quiero hablarle por ultima vez.

-no me puedes dejar – una lagrima se desliza por mi mejilla – se que yo soy el mayor, pero tu eres mi princesa, la niña de mis ojos.

Alzo mi mano, toco su mejilla de manera delicada, intento que cada cosa quede memorizada.

-ahora quien me llamara fosforito burlándose de mi cabello o a quien molestare con apodos graciosos.

Tomo su mano y el aprieto de manera fuerte.

-tenemos planes, tú tienes planes – siento que las lagrimas salen de mis ojos de manera incontrolable – recuerda que yo sería el tío que malcriaría a tus hijos, yo sería la persona a la cual llamarías si necesitaras ayuda, yo estaría al lado derecho tomando tu brazo cuando camináramos hacia el altar, tu vestida de blanco y yo llorando como un niño chiquito porque su hermanita menor se esta casando.

Acerco mi cabeza hacia la camilla y con cuidado alzo su mano y la pongo en mi mejilla con el miedo que sea la ultima vez que sienta su tacto en mi piel.

-sabes cuando era pequeño y nuestros papas me dijeron que tendría una hermanita pequeña, me prometí a mí mismo que la cuidaría y la protegería – me quedo callado – te falle, no te cuide o te protegí, si hubiera protestado cuando papa te mando a parís tal vez nunca hubieras pasado, por tanto.

Beso su mano.

-perdóname.

Miro su rostro nuevamente, quiero que me hable, que me diga que me perdona.

-perdóname por favor hermanita.

Me acurruco en la silla y me quedo mirándola, recuerdos llegan a mi cabeza, la primera vez que la tuve en brazos es la imagen que mas permanece en mi memoria, recordar lo que se sentía tener a una cosa tan pequeña entre mis brazos, recordar cuando tomaba uno de mis dedos con sus diminutas manitos para apretarlo, o recordar cuando fuimos creciendo y ella siempre me alegraba los días.

-aun tienes muchas cosas por vivir, tienes que ser fuerte y recuperarte – vuelvo a hablar con la misma esperanza de que ella responda – tenemos que hacer muchas cosas aun, tu tienes que cumplir tus sueños, tienes que vivir.

Tres golpes en la puerta me sacan de la burbuja, veo como entra una de las enfermeras.

-tu tiempo ha terminado – dice y me sonríe de manera triste, me mira una ultima vez y sale de la habitación.

Vuelvo a mirar a Jane y me paro de la silla.

-pase lo que pase esta noche siempre serás mi pelirroja favorita, mi persona favorita en todo el mundo – beso su frente y algunas de mis lagrimas caen en su rostro – te amo mucho hermanita.

Seco sus lagrimas y salgo de la habitación. Me recargo en una de las paredes y me deslizo, mi mirada recae en la puerta de la habitación en la que esta mi hermana.

OBSESION Y AMOR (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora