OBSESION Y AMOR (en edición)

CAPITULO 35

JANE SMITH

MARTES

Estoy corriendo por el bosque, siento que la garganta me arde. No sé cómo llegue a este lugar, solo siento que debo correr, que debo escapar, que no debo mirar atrás.

-JANEEEE- escucho que gritan mi nombre, pero sigo corriendo

Llevo corriendo media hora, siento que ya no puedo más. Me tropiezo y caigo en la nieve.

-Jane, querida donde estas – escucho a lo lejos

Intento silenciar mis sollozos, pero no puedo, es como si no pudiera reaccionar, como si mi cuerpo no me obedeciera.

-te encontré – dice una voz a mis espaladas

Siento que me comienzan a arrastrar por el bosque.

-NOOO – digo gritando – SUELTAMEE –

No le importa solo sigue con lo suyo, hasta que logro visualizar una cabaña a lo lejos.

-por tu maldita rebeldía deberás tomar una decisión querida – dice la persona a mi lado

Cuando entramos a la cabaña encuentro a 2 personas sentadas en unas sillas, ambos tienen pasamontañas, dirijo mi mirada hacia el otro lado de la habitación y logro ver a 5 personas.

-vaya vaya, te encontraron querida – dice uno de los que esta sentado en el sofá

-por escaparte tendrás un castigo – lo respalda el que me atrapo en el bosque – deberás elegir a 2 de 5 para que puedan vivir, pero solo sabrás a quien mataste después de haber disparado 3 veces –

Yo solo niego con la cabeza, yo no podría hacer eso. Además, no se quienes están detrás de la capucha que no me permite ver quienes son.

El que hablo anteriormente me levanta a la fuerza y me aprisiona haciendo que mi espalda quede en su pecho. Coge mis manos y las estira con las de el poniendo una pistola en mis manos.

-¿Cuál primero? – dice en mi oído

Yo sigo negando con la cabeza, no quiero.

-no – digo en susurro – no por favor –

-si no elijes a 3 para que mueran – piensa un momento – morirán los 5 – dice serio

-Al de la izquierda, el de la mitad y el de la derecha – digo en susurro mientras las lagrimas siguen cayendo por mis mejillas

El posiciona mi dedo en el gatillo seguido del suyo.

Uno

Dos

Tres

Los disparos hacen que llore con mas fuerza.

Veo que las otras personas que tienen el pasamontañas se acercan a mi.

-bien hecho pelirroja – me felicita el de ojos verdes como si hubiera ganado un premio

Volteo a mirar a donde están los cuerpos en el piso y otras 2 personas arrodilladas en el piso sin emitir ningún ruido. Veo que el de ojos grises se acerca a uno de los que siguen con vida y le quita la capucha.

Mi aliento me abandona.

Mi corazón late más rápido.

Lloro con mas fuerza.