"El enamorado y la muerte" es un poema que a lo largo del tiempo se le ha atribuido a diversos autores y compositores, sin embargo, su origen proviene del siglo XV o XVI y pertenece a un romance anónimo. Es considerada literatura de la edad media y reconocida como una de las miles lamentaciones que representan el concepto del amor y la muerte.
Érase una vez, un hombre, que una noche, al ir a dormir, soñó con su amada. Entonces, al despertar, una mujer, tan blanca y pálida como la nieve misma se presentó ante su puerta, cuál fue su sorpresa al descubrir que aquella no era cualquier mujer, sino la muerte personificada, advirtiendo que Dios era quien la había enviado.
El enamorado suplicó y suplicó a la muerte que le regalara al menos un día más, pero esta se lo negó cada vez, dándole tan solo una hora de vida. A prisas el hombre se vistió, y salió en búsqueda de su amada, pero al llegar a su hogar y llamarla, ella se negó a recibirlo por un momento, pues la hora no era la más prudente. Luego de rogar un par de veces más, ella accedió a verlo, pidiéndole que se acercara a la ventana de la habitación donde cosía, para echar una seda y que él trepara hasta llegar arriba. Finalmente, cuando el varón se encontraba subiendo a través de la suave tela, esta terminó por romperse, y el enamorado fue arrojado trágicamente hacia la nieve fría, dejando ver, por último, a la muerte, que desde el suelo impaciente lo esperaba, "vamos enamorado, la hora ya está cumplida".
Es triste pensar que fue el amor que sentía el hombre por su amada lo que provocó aquel inesperado accidente, pues su desesperación por verla una última vez lo orilló a su propia vil e inevitable destrucción, pero no muchos hablan de la muerte.
Tal vez fue la muerte misma quien se enamoró del enamorado, y fue el deseo de mantenerlo a su lado lo que le costó al amante la vida. Tal vez la muerte no quiso condenarlo a ese cruel y horripilante destino, tal vez, lo único que deseaba era poder probar la calidez de su piel, y fue su dulce caricia lo que lo terminó matando. Que los polos opuestos se atraigan no quiere decir que puedan estar juntos por completo, pues, así como hay amores que están destinados a la eternidad, hay otros que están destinados a la perdición.
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EL REINADO DE APPÓCALIVE ¹
FantasíaUna tormenta trajo consigo a tres chicos nuevos, tan atractivos como espeluznantes, al insípido y monótono pueblo de Rottenhill, Pensilvania. A Cassie Caswell siempre le ha gustado resolver misterios, y el acertijo que envuelve a aquellos tres seres...