-Eres mi alma gemela- aseguró Anne aún mirando al chico- ¿Porque no me lo dijiste?- preguntó alzando la voz.
Gilbert observó hacia todos lados, la voz de la chica había llamado la atención de todos los que los rodeaban.
El chico tomó el brazo de Anne y la arrastró hacia uno de los armarios que había en la casa, el lugar estaba lleno de gente y ese era el único lugar para hablar tranquilos.
-¿Me vas a explicar o qué?- preguntó Anne molesta.
-¿Quien te dijo eso?- preguntó el chico ignorando la pregunta de la pelirroja.
-Diana- Gilbert suspiró y pasó su mano por su cara- No te atrevas a culparla, ella y Josie estaban bastante borrachas, además tú les habías pedido que no me dijeran nada!
-Té juro que te lo contaría- contestó el chico avergonzado.
-¿Cuando? ¿Cuando nos estemos casando y me confesaras que eres mi alma gemela? DIOS GILBERT! ¿porque no me dijiste algo tan importante para mi?- Anne alzaba su voz, realmente estaba molesta.
-Disculpa! Yo...y-yo no estaba seguro si decirte o no- dijo el chico intentando calmar a su acompañante.
-¿Porqué?- preguntó la chica con una mezcla de molestia y curiosidad.
Gilbert bajo su cabeza- Yo...yo quería decepcionarte, siempre te escuche hablar sobre tu alma gemela y todas las expectativas que tenías, yo tenía no estar a tu altura.
Anne miró fijamente al chico, se sorprendía ella misma por dejar su enojo de lado con unas simples palabras del pelinegro.
Anne se acercó y levantó su rostro con su mano- Gilbert, eres suficiente para mi, incluso yo temo no serlo para ti, pero te aseguro que yo estaba dispuesta a dejar a mi alma gemela, sea quien haya sido, solo para estar contigo, Gilbert blyhte.
Gilbert se acercó a ella y la besó apasionadamente, tomó la cintura de ella para acercarla más a él, y ella tomó sus rizos entre sus manos.
-Tú eres demasiado para mi- susurró Gilbert en su oído- Te amo Shirley.
-Te amo Blythe- susurró de vuelta la pelirroja.
La puerta del armario se abrió de golpe, dejando entrar todo el ruido que había en la fiesta. Ambos jóvenes se separaron de golpe para observar detrás de ellos.
-No era mi intención interrumpir- dijo Jane sonriendo incómodamente- Pero olvidaste esto Gilbert.
La castaña arrojó una pequeña caja de color esmeralda a las manos del pelinegro, quien la atrapó rápidamente.
-Gracias- dijo sonriente el chico al ver de que se trataba.
-Suerte- dijo la castaña guiñándole un ojo a ambos antes de salir del lugar.
Anne miraba curiosa la pequeña caja, no era mentira que llamaba demasiado su atención, y Gilbert lo tenía más que claro.
Aunque esos pensamientos se fueron cuando la chica golpeó la pierna de Gilbert, haciéndolo soltar un grito y que ella ahogara uno.
-¿Y eso porque fue?- preguntó el chico careciendo su zona golpeada.
Anne bufo- Me hiciste tener un orgasmo en medio de una importante presentación en una clase- contestó cruzándose de brazos.
Gilbert sonrió avergonzado intentando evitar un gran sonrojo- Lo siento- seguido de eso tomo el brazo de la chica y lo apretó causando lo mismo que ella.
-¿Porque?- preguntó Anne sobándose el brazo.
El pelinegro alzó sus hombros- No se que mierda te haces en las piernas, pero sentía que me sacaban la piel.
Anne rió con las palabras de su pareja, cuando las risas fueron cesando, ambos se quedaron mirado fijamente durante algunos segundos.
-¿Te das cuenta que este es el mismo armario donde discutimos la otra vez?- dijo Gilbert intentando cambiar el tema de la caja.
Anne asintió- Lo se, si te soy sincera ese día no fue el mejor.
-Lo lamentó mucho, creo que simplemente estaba molesto- contestó Gilbert con la cabeza baja- Pero se como cambiar ese recuerdo en este lugar.
Anne alzó sus cejas confundida, Gilbert tomó la mano de la chica y le entregó la caja color esmeralda que antes Jane le había entregado.
Gilbert le hizo una seña para que Anne lo abriera, la pelirroja obedeciendo levantó la tapa encontrándose con un hermoso collar con un dije de zanahoria.
Anne rió al ver la joya, y la tomó delicadamente entre sus manos- Es hermoso- susurró apreciándolo por todos lados.
-¿Puedo?- preguntó Gilbert mando el collar y señalando el cuello de Anne.
La pelirroja asintió y Gilbert cuidadosamente le colocó el collar a la chica, cuando estaba listo, Anne se quedó observándolo colgar de su cuello.
-Gracias- contestó y abrazó al chico.
-Anne- Gilbert tomó la mano de la chica haciendo que sus nervios aumentaran aún más- Se qué tal vez no sea el mejor momento, ni el lugar- rio al observar el armario- Pero debo hacerte una pregunta- Anne sintió su corazón latir y estaba segura que sus ojos brillaban de emoción- Anne Shirley Cuthbert ¿Aceptarías ser mi novia y compañera de vida?
La chica cubrió su boca de la emoción, rápidamente asintió con la cabeza- Si, si si si si si si!- grito y se lanzó a los brazos del chico para unir sus labios con los de él.
Ambos jóvenes pasaron esa noche juntos, solos en el armario con la compañía del otro. No necesitaban nada más que eso.
Anne sentía el corazón de Gilbert latir cuando estaba recostada sobre el, y Gilbert sentía le respiración de Anne a la perfección.
Pequeños gestos que enloquecían de amor a ambos chicos. Anne pensaba en el último tiempo, ya conocía a su alma gemela, la tenía a su lado y se sentía la chica más afortunada.
Gilbert pensaba en todos los cambios que tuvo, pasó de ser un chico quien creía que las almas gemelas eran inútiles, que el destino no existía, a un chico que se encontraba recostado abrazando a su alma gemela.
Ahora estaban juntos, era todo lo que querían, estar junto al otro y no separarse más, se sentían completos al lado del otro.
Sentían que se había llenado un vacío que no sabían que tenían, porque habían aprendido a vivir con aquello.
Pero ahora, que lo saben, no pueden arriesgarse a perderlo, a perder algo tan valioso como el amor que se tenían.
Ese día se prometieron estar juntos pase lo que pase, no por ser almas gemelas, si no por ser almas que se aman.
ESTÁS LEYENDO
Connections [Anne X Gilbert] TERMINADA
Hayran KurguAl cumplir los 18 años, todos comienzan a tener una conexión con sus almas gemelas. Comienzan a sentir las mismas cosas. Anne espera ansiosa ese día, mientras que Gilbert no le toma ni una pizca de importancia, a veces desearía no tener un alma geme...