𝐌𝐲 𝐆𝐢𝐫𝐥

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NaYeon había sido una chica problemática, sus padres tenían demasiado dinero pero NaYeon no se enorgullecía de como lo ganaban, la chica detestaba los hombres, no le gustaban, siempre había pensado que eran máquinas de sexo, unos cerdos calientes.

Era la reina de la escuela, pero no por su gran belleza, era por su dinero, sus padres mandaban a los maestros, donaban millones cada mes, así que los maestros siempre trataban bien a NaYeon, "Manada de comprados" pensaba ella.

No le molestaba, le gustaba tener el control de todo, le gustaba sentirse la reina, no le gustaba cuando le llevaban la contraria es por eso que siempre que pensaba en esa chica, __________, ardía lo más profundo de ella, quería golpearla.

No soportaba siquiera verla, le provocaba un revuelto en el estómago pero no era el revuelto lindo, no eran mariposas ella sabía eso, y ahora que ella sabía su secreto era peor.

Pero...¿quien le creería? Nadie le creería.

-¿entonces que piensas hacer? -Pregunto JeongYeon sacándola de sus pensamientos

-¿como que que voy a hacer? -Pregunto la castaña mirando a la chica de cabello corto- No voy a hacer nada, ya lo tengo controlado, no hablará.

-¿le crees? ¿Crees que no hablara? -Hablo JihYo cruzándose de brazos- se esta juntando con Momo, eso significa peligro

-había olvidado esa parte -Dijo NaYeon recostandose en la cama- maldita Momo, siempre haciendo lo mismo

-solo lo hizo una vez...

-y lo va a hacer dos veces si la dejo JeongYeon -se levanto NaYeon mirandola seria

-pero... ¿acaso te interesa _______? -Pregunto JihYo sonriendo

-por favor claro que no -negó NaYeon rápidamente- es la última persona en mi lista.

-debes aceptar que es linda

-si... es linda -penso NaYeon- pero... no es mi tipo, su presencia me pone de mal humor, eso es un mal comienzo...

NaYeon tomo su teléfono mirando el Chat grupal de su Madre y Padre, ya que antes habían llegado mensajes que no leyó.

Madre: Asegurate de que la casa esté sola en media hora NaYeon.

Padre: Ya sabes lo que tienes que hacer y no quiero berrinches como la ultima vez.

La chica apagó la pantalla de su móvil sintiéndose abatida, ella sabía que cuando sus padres murieran todas las empresas que había formado serían suyas, lo que no le gustaba era lo que se debía hacer cuando un empleado faltaba el respeto o era descubierto en acciones ilegales con la empresa.

La chica sacó a sus amigas de la casa y fue a colocarse su pijama de conejitos, arreglo un poco su cabello y se acostó en el sofá de la sala de estar colocando una manta blanca en sus muslos como de costumbre.

Y cuando escucho la puerta principal abrirse sus manos comenzaron a sudar, ¿quién sería esta vez? ¿Un hombre o una mujer? ¿Joven o anciano?

Trató de actuar natural mientras los pasos y risas se acercaban más a su lugar, sintió el olor del alcohol y comenzó a sentirse asqueada.

-siéntate, estás en casa -escucho la voz de su padre- oh mi pequeña NaYe se quedó dormida en el sofá, espero no te moleste

-oh no claro que no -Hablo la voz de un hombre mayor y NaYeon se tenso- Tu hija es muy bonita Señor Im

-gracias, gracias -La voz de su padre retumbó por el lugar- me lo dicen siempre, es una lástima que sea lesbiana

NaYeon se enfrió y trató de no llorar ante las palabras de su padre ¿cómo lo sabía? Ella nunca había hablado sobre eso.

-es broma -se río su padre junto al hombre mayor- me gusta la expresión de la gente cuando digo eso

NaYeon se tranquilizó pero de igual forma se sintió incómoda y triste, aunque para su padre era una broma para ella era una realidad.

-Necesito ir por la botella de Champán para celebrar nuestra reunión como se debe -hablo su padre mientras se levantaba- cariño me acompañas

-claro -la madre de NaYeon se levantó acompañando a su padre al sótano y en ese momento la chica sabía que debía comenzar a actuar.

Abrio sus ojos lentamente y e estiró un poco, se sentó en el sofá y miró al hombre, lo típico, un hombre mayor, un poco de sobrepeso y eso le provocó náuseas.

-¿tu quien eres? -NaYeon fingió sorpresa- ¿eres mi nuevo juguete?

-¿juguete? -pregunto el hombre curioso

-a mis padres les gusta traerme hombres mayores para que jueguen conmigo, me gusta jugar con ellos -hablo NaYeon mientras se levantaba dejando la sábana blanca en el sillón.

-eres la hija de mi jefe -hablo el hombre- no jugaré contigo

-mi padre no se tiene que enterar -NaYeon se sentó en el regazo del hombre y este se removió en el asiento- oh por favor, me atraes tanto, ya estoy excitada

-detente ...

-¿y si no me detengo que vas a hacer? -hablo NaYeon mirando al tipo con una sonrisa- se que te gustan menores, a mi me encantan mayores

NaYeon sintió repugnancia al sentir los labios del hombre sobre los suyos, luego el hombre pasó a lamer su cuello y NaYeon tuvo ganas de vomitar, cerdo.

-me hubiese gustado quedarme más tiempo así contigo pero... -dijo levantandose del regazo del hombre- eres un cerdo que perderá su empleo

NaYeon pateó la entrepierna del hombre y este soltó un grito, trato de levantarse para golpear a NaYeon pero en ese momento la mano del Padre de la chica detuvo la mano del hombre mayor.

-Bien hecho mi bebé -se dirigio a NaYeon- recibirás una recompensa, puedes dejarnos solos bebé, sube a tu cuarto

NaYeon subió a las escaleras llegando a su cuarto, entró a su baño privado y comenzó a lavarse los dientes mientras sentía las lágrimas tibias caer por su rostro.

Se sentía sucia.

-¿quien te crees que eres para intentar tomar a mi hija de esa forma? -pregunto el señor Im empujando al hombre

-ella... señor ella comenzó

-¿y tu pensabas terminar? -enarco una ceja el jefe del hombre- eres tan iluso Kim, ¿crees que un padre dejaría sola a su hermosa hija con un hombre en su propia casa?

-señor yo...

-estas despedido, ya no obtendrás tu ascenso y ...-el hombre saco una hoja de un maletín y se la entrego al hombre junto a un boligrafo- firma esto, es un contrato de confidencialidad, no puedes hablar nada de la empresa, no puedes hablar nada de lo sucedido hoy, de lo contrario...oh no querrás saber que pasara si hablas al respecto.

El hombre asintió nervioso al ver cómo el señor Im sacaba un arma de fuego mientras lo apuntaba, firmó el contrato y se aseguró de no hablar nada de lo ocurrido.