LLEGAN LOS ANDROIDES

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Goku se había quedado inmóvil al ver a su esposa besando a su reciente aliado.

Sin embargo, en el fondo no podía culpar a Piccolo, ya que si lo pensaba fríamente ellos nunca habían creado una amistad, las circunstancias los había obligado colaborar entre ambos, desde aquella batalla con su hermano incluso contra el sanguinario Freezer. Por lo tanto, podía entender que Piccolo no se preocupase ni un ápice por su estabilidad emocional.

Pero lo que no podía entender eran esos sentimientos hacia su esposa; y lo peor de todo, el que ella le correspondiera. ¿Acaso Goku se había perdido de algo en el tiempo que estuvo fuera? ¿O quizá sucedió algo tiempo atrás ? No, no creía que eso fuera posible, Piccolo y Milk nunca habían cruzado ni media palabra. No, algo no estaba bien aquí y debía averiguarlo. Por lo que decidió visitar a la única persona que podía estar enterado de lo que sucedía.

Gohan esperó pacientemente en el baño, su padre ya había tardado un buen tiempo en volver, por lo que pensó que quizá ya se había retirado así que salio del agua y se vistió.

Mientras tanto, Piccolo y Milk estaban perdidos en un mundo de pasión jadeando en medio de besos húmedos y caricias subidas de tono, pero haciendo de lado la lujuria pudieron percatarse del sonido de la puerta abriéndose y rápidamente se separaron, la morena volvió a lavar los platos y el namek apareció en el jardín en pose de meditación.

- ¿Qué tal el baño Goku? - preguntó Milk sin dejar de mirar los platos, aún no se le bajaba el rubor de las mejillas; además en cierto modo le daba algo de vergüenza ver a su esposo, el hecho de cometer adulterio no es algo que le hiciera sentir orgullosa.

- ¿Mi papá no está aquí? Pensé que ya había vuelto - preguntó el pequeño sayajin.

- ¿Eh? - Milk se puso algo nerviosa. Quizá los había encontrado en pleno acto y había huido... No, deseaba que no hubiese sido esa la causa de su repentina desaparición.

- Voy a buscarlo, quizá haya ido al bosque - Interrumpió Piccolo al ver la preocupación en los ojos de la terrícola; pensó que sería buena idea investigar a fondo en caso de algún peligro.

- ¿Tu crees que haya ido a pescar algo? - preguntó la morena.

- Ahora vuelo, Gohan; quédate con tu mamá - ordenó el namek tomando su capa y tratando de percibir el mi del saiyajin.

- Señor Piccolo, ¿Usted cree que a mi papá le haya dado un ataque al corazón? - cuestionó Gohan con temor y tristeza.

- No lo sé hijo, pero lo averiguaré - Piccolo había olvidado ese pequeño detalle. ¿Y si los había descubierto? De todos modos, cualquiera que sea la razón de la huida de Goku, era su deber saberlo para prevenir algún problema.

Goku aterrizó en el templo de Kamisama algo molesto; sin embargo, Kami Sama negó rotundamente saber algo sobre el furtivo romance aquel guerrero y la esposa de su discípulo. Sin pensarlo dos veces decidió visitar a su amigo Krillin, aprovechando que estaba fuera de casa sentía las ganas de hablar con alguien sobre lo sucedido, y quién mejor que un mejor amigo para tratar este asunto tan delicado y recibir algún consejo útil para animarlo.

Al aterrizar en Kame-House, se acercó para mirar por la ventana para asegurarse si sus amigos estaban ahi; al asomarse miró que estaban el maestro Roshi, Krillin, Bulma y Yamcha viendo una película con un semblante muy concentrado y temblando por lo que pasaría en la filmación.

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